El último número de ‘Iglesia Viva’ indaga en las expulsiones de inmigrantes y la necesidad de refugio

Las devoluciones, «el arte de hacer que la gente no se sienta necesaria»

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«Los Estados callan, miran a otra parte y encubren sus actividades ilegales», denuncian los autores

09 de julio de 2017 a las 10:58

(iviva).- Iglesia Viva siempre está atenta a las vicisitudes del mundo para poder ofrecer una mirada crítica y cristiana, por eso ofrece en este nuevo número una mirada a uno de los temas que determinan nuestro tiempo: las expulsiones y la necesidad de refugio.

La coordinadora del número, Monterrat Escribano y la nueva directora, Teresa Forcades, nos ofrecen un elenco imprescindible de artículos y reflexiones que nos pueden ayudar a iluminar unos tiempos que se nos antojan demasiado oscuros.

La presentación del número a cargo de Montse Escribano nos pone en la pista de todo lo que ofrece el número 270 que estará en librerías la semana próxima. Consúltese el contenido en la web.

Montse Escribano:

Nuestras ciudades democráticas albergan en su interior espacios de ilegalidad en los que se practican expulsiones de personas. Estos espacios, llamados CIEs, se rellenan con redadas selectivas, según etnias, colores, sexos y orígenes. Muchas veces suceden en las inmediaciones de los lugares donde renuevan, organizan sus papeles o buscan apoyo para continuar viviendo un tiempo más como ciudadanos.

Allí se les retiene, aísla e interroga y sus vidas, al igual que sus derechos, se ven suspendidos. Algunos son expulsados ocupando plazas en vuelos, denominados de deportación, de compañías como Air Nostrum, Air Europa, Orbes o Evelop. Los destinos donde aterrizan estos aviones no siempre coinciden con los lugares de donde partieron, por lo que sus vidas vuelven a reiniciarse.

El caso de los CIEs forma parte de una dinámica mucho mayor. Sobre ella hemos querido poner la mirada. Forman parte de complejas estrategias geopolíticas que se concretan a través de políticas de extranjería ejercidas por Estados, como el español. Su objetivo es securitario y opuesto a menudo al ejercicio de los Derechos Humanos. La institucionalización de estas políticas se visibiliza a través de fronteras que, en estos últimos años, han aumentado su perímetro, el personal militar destinado, las cantidades presupuestadas y la tecnología dedicada a su vigilancia.

En este número 270 de la revista Iglesia Viva queremos dejar entrever que, a pesar de su poca eficacia, estos lugares de contención y de control visibilizan nuestros miedos y la dirección que las políticas europeas están adoptando. A nuestro alrededor, los discursos xenófobos sobre fronteras y su externalización crecen y calan con facilidad en una opinión pública que los asume casi acríticamente.

La expulsión de las personas es un tema de enorme gravedad. Nos preguntamos cuáles son sus causas, qué suponen estas nuevas dinámicas sociales en las que nos encontramos y que perfeccionan «el arte de hacer que la gente no se sienta necesaria».

Por eso hemos recurrido, para el primero de los Estudios, a la visión sociológica de Saskia Sassen. En su ensayo recoge tres flujos extremos de refugiados. El primero, la migración de menores no acompañados de América Central. El segundo surge entre los rohinyás que escapan de Birmania. El tercero es la migración hacia Europa. En su análisis señala que los tres son flujos migratorios que crecen de modo alarmante. Son fruto de violencias extremas, soportadas por la población y del desarrollo de políticas internacionales que dan como resultado un aumento de tierras muertas. La consecuencia es que asistimos a una pérdida de hábitat que abre una nueva lógica capitalista perversa. En ella, esta mezcla de condiciones -guerras, violencias, tierras muertas y expulsiones- supone que millones de personas deambulen buscando espacios donde sobrevivir porque no tienen ya hogares a los que regresar.

Según Sassen, estamos en una nueva fase del capitalismo caracterizado por la extracción de recursos y la financierización. Se trata de una dinámica predatoria que se traduce en una pauperización y expulsión de cada vez más personas que dejan de ser valiosas y que quedarán al margen del sistema. En esta lógica extractiva y de apropiación de tierras no hay apenas espacio para la vida humana.

 

La expulsión se convierte en la clave para interpretar qué sucede en los espacios donde transitan los flujos migratorios y comprender qué sucede en ellos. Dos son los más poderosos en nuestros imaginarios actuales. Uno situado entre México y su frontera con los Estados Unidos, el otro es el Mar Mediterráneo. El primero, descrito por Sassen y por Amparo Marroquín Parducci en la sección de Conversación con…, es un espacio que recorre el tren llamado La bestia. Su nombre describe parte de su actividad, «tragar» vidas de modo aleatorio. Muchas son las personas que no alcanzan su destino y si lo hacen, deben aún atravesar otras fronteras menos visibles.

El segundo escenario para estos flujos migratorios es el paso por el Mar Mediterráneo. El lugar donde más personas encuentran la muerte. Estas fronteras son lugares de retención, de contención y están controlados por el crimen organizado y las mafias. Hasta uno de estos lugares, Idomeni, fue Isabel Casas y fotografió su día a día. Los Estados callan, miran a otra parte y encubren estas actividades mientras asisten al crecimiento de nuevos mercados para las tecnologías de seguridad y la militarización. Es un mercado que crece y que genera amplios beneficios para unos pocos.

 

El mundo parece querer ser dividido entre los que viven aquí y los «otros» distintos, distantes y extraños, como refleja la escritora Bel Olid. Aunque la creación de muros y la ampliación de las fronteras no sucede solo en los espacios que bordean los Estados. Fronteras, inmigración, desplazamientos forzosos son términos que se han instalado y ocupan nuestros cuerpos. El teólogo Enric Vilà i Lanao reclama, en el tercer Estudio, despertar los sentidos para descubrir los miedos que nos colonizan, personal, social y eclesialmente. Escuchar, mirar y oler hará que desactivemos algunas de las dinámicas que nos paralizan. El reto es volver a la experiencia religiosa de la fe que mueve la praxis. En los textos bíblicos, según Vilá i Lanao, podemos volver a saborear la liberación que conseguirá distanciarnos de los discursos paralizantes de los «hombres y las mujeres fuertes».

 

Las fronteras, los movimientos de expulsión y las democracias configuran nuestras relaciones políticas, pero también modelan los modos en que entendemos y nos situamos ante la realidad. Estos espacios de separación existen tanto dentro como fuera de nosotros mismos y marcan la vida cotidiana de todos. Parte de estos espacios fronterizos están habitados por gran cantidad de trabajadoras asimiladas por el Norte globalizado, que paga a cambio de sus cuidados.

La filósofa política Zuhal Yeşilyurt Gündüz, en el segundo Estudio, describe la situación fronteriza de estas mujeres. Ellas sostienen buena parte de nuestras economías y a menudo desarrollan sus trabajos en condiciones de esclavitud. Las políticas de recortes y de austeridad inciden en nuestros cuerpos. Así lo subraya la teología feminista, elaborada en Latinoamérica. Su tarea evidencia que quienes cuidan de nuestros hijos e hijas, atienden a las personas dependientes o limpian nuestras casas son fácilmente prescindibles por razón de su sexo. Son ilegales, sin papeles o apátridas, como las nombró Hannah Arendt, pero junto a ellas formamos parte de la urgencia de construir un presente común.

Es tiempo de revolver y rebuscar en las religiones cristianas algunos de sus discursos proféticos y prácticas de reconocimiento. El Dios trinitario siempre mostró atracción por lo distinto y alentó el deseo de lo diverso. Hacer memoria y actualización puede en estos momentos, crear corredores humanitarios, al modo de la Comunidad de Sant’ Egidio; aproximar vulnerabilidades y dejarse trasformar por «una ternura no buscada», como describe Roberta Trucco.

 

Migraciones: abrir dando testimonio de los valores humanos y cristianos de la civilización europea

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Mensaje del Papa felicitando la iniciativa de Infomigrants.net, portal con noticias sobre migración.

Migraciones: abrir dando testimonio de los valores humanos y cristianos de la civilización europea – ZENIT – Espanol

(ZENIT – Roma, 4 Jun. 2017).- El papa Francisco envió un mensaje al director de la italiana Agencia de noticias ANSA, Luigi Contu, publicado hoy, en el que felicita la iniciativa del portal Infomigrants.net, en inglés, francés y árabe, con noticias sobre las migraciones realizadas conjuntamente con otros asociados europeos como France Media Monde, Deutsche Welle y el apoyo de la Unión Europea.

“Acompaño con el afecto y aliento a todos, instituciones, asociaciones y particulares, que se abren con sabiduría al complejo fenómeno migratorio con medidas de apoyo adecuadas, dando testimonio de los valores humanos y cristianos que son la base de la civilización europea”, escribió el Santo Padre.

“Deseo expresar mi sincero agradecimiento para esta importante iniciativa”, continúa el Santo Padre. “Espero que por un lado, favorezca la integración de estas personas en el deber de respetar las leyes de los países de acogida; y por otro lado, suscite en la sociedad un compromiso renovado por una auténtica cultura de acogida y de solidaridad”.

“La presencia de tantos hermanos y hermanas que viven la tragedia de la inmigración es una oportunidad para el crecimiento humano, el encuentro y el diálogo entre las culturas, para la promoción de la paz y la hermandad entre los pueblos”.

“Les aseguro mi oración, invocando la protección de Dios, Padre de todos, con el fin de que seamos compañeros de camino de cuantos se ven forzados a dejar la propia tierra a causa de los conflictos armados, ataques terroristas, el hambre, y regímenes opresivos” señala. Y concluye el mensaje desando “que estos migrantes, puedan encontrar hermanos y hermanas bajo cada cielo, que compartan con ellos el pan y la esperanza en el camino común”.

Respuesta de Bruselas a la llegada de migrantes a Italia: más dinero para Libia

Bruselas

La Comisión Europea (CE) propuso este martes un plan de acción para poner en marcha medidas inmediatas” que ayuden a reducir drásticamente la llegada de inmigrantes a Italia por el Mediterráneo central y que pretenden implicar en ese objetivo a toda la Unión Europea (UE). Entre las propuestas, Bruselas sigue en la línea del acuerdo con Libia sellado a principios de año en Malta y desembolsará 46 millones de euros en un proyecto preparado conjuntamente con Roma para reforzar la capacidad de las autoridades libias para gestionar la inmigración.

Asimismo, la CE también se comprometió a aumentar la financiación dedicada a gestionar la migración en Italia con 35 millones de euros adicionales listos para su movilización inmediata. A Roma, en cambio, urgió a que intensificara el retorno de migrantes que no tienen derecho a permanecer en territorio europeo, aplicando procedimientos acelerados.

La CE urge a Roma a que acelere el retorno de migrantes

El plan responde a la petición de Italia, que el pasado fin de semana instó a sus socios europeos a acelerar la reubicación de solicitantes de asilo y elaborar normas para las ONG que salvan vidas en el Mediterráneo, unas propuestas que han sido secundadas por Alemania y Francia.

Entre otras acciones que implican a países del continente africano, la CE se comprometió a apoyar la creación de un centro marítimo de rescate y coordinación en Libia y a pondrá en marcha desde hoy un nuevo ejercicio destinado a reasentar a refugiados desde Libia, Egipto, Nigeria, Etiopía y Sudán. Además, trabajará con Libia para reforzar los controles en la frontera sur e intensificará el trabajo para asegurar acuerdos en materia de readmisión con los países de origen y de tránsito.

A los países de la Unión Europea

A los países de la UE les pidió que aceleren la acogida de demandantes de asilo desde Italia, que avancen hacia la reforma del sistema europeo de asilo común y que aporten más fondos al Fondo Fiduciario de Emergencia para África.

Esta y otras acciones serán debatidas en una reunión informal de ministros europeos de Interior que se celebrará este jueves y viernes en Tallin. Timmermans aseguró que Bruselas presionará a los países en la reunión de ministros en Tallin para que “den muestran de solidaridad”.

Bruselas se comprometió a ayudar a Italia a elaborar un código de conducta para las ONG

Bruselas se comprometió a ayudar a Italia a elaborar un código de conducta para las ONG, algo que Roma había reclamado después de que estas organizaciones hayan sido acusadas de animar a la inmigración con su presencia e incluso de colaborar con los traficantes.

El vicepresidente primero de la CE, Frans Timmermans, dijo en rueda de prensa que ese código ofrecerá “claridad” y ayudará a resolver los “malentendidos” que se pueden producir en relación con las condiciones en las que deben operar las ONG.

Timmermans se mostró convencido de que estas actúan con buenas intenciones, pero indicó que “hay que asegurar que en la ejecución de sus intenciones no se crean problemas adicionales o el riesgo de accidentes en el mar”.

Frans Timmermans

Es un problema sin precedentes porque muchos de los que llegan no buscan protección internacional, sino solo una vida mejor”

“Es un problema sin precedentes porque muchos de los que llegan no buscan protección internacional, sino solo una vida mejor”, dijo Timmermans, que añadió que “hay que llegar a un entendimiento con los países de origen para que retengan a los inmigrantes y a los de tránsito para que combatan a las mafias de traficantes.

La organización Amnistía Internacional (AI) calificó de “muy inadecuado” el plan de Bruselas. “Hace poco para abordar la situación del Mediterráneo central y la falta de solidaridad europea. En lugar de proponer que más inmigrantes sean detenidos y que sean retornados con mayor celeridad, los líderes de la UE necesitan de una vez por todas adoptar una acción real para prevenir las muertes en el mar”, dijo Iverna McGowan, de AI.

Amnistía Internacional

La UE necesita de una vez por todas adoptar una acción real para prevenir las muertes en el mar”

El número de inmigrantes y refugiados que han atravesado el Mediterráneo desde el pasado 1 de enero ha llegado a los 101.210, menos de la mitad de los que consiguieron llegar por mar hasta Europa en el mismo periodo del año pasado, según dijo hoy la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Italia ha vuelto a ser en 2017 el principal país de llegada de los inmigrantes.

El gobierno italiano ha llegado a pedir en las últimas semanas que otros países, como Malta, Francia o España, abran sus puertos como señal de solidaridad. Estos no se han pronunciado al respeto de manera pública.

Organización Internacional para las Migraciones

El número de inmigrantes y refugiados que han atravesado el Mediterráneo desde el pasado 1 de enero ha llegado a los 101.210

 

Obispos de EEUU responden a la Corte Suprema ante la prohibición de ingreso de ciudadanos de seis países

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“ Solicitamos que la revisión incluya agentes de la sociedad civil, proveedores de servicios para refugiados y expertos en seguridad nacional e inmigración”

(ZENIT – Washington). La Corte Suprema de Justicia de EEUU acaba de dictaminar sobre la Orden Ejecutiva 13870, “Protegiendo la Nación del ingreso de terroristas extranjeros a Estados Unidos”, del presidente Donald Trump, a través de la cual se impide temporariamente el ingreso al país de ciudadanos de Siria, Irán, Yemen, Libia, Somalía y Sudán. La decisión de la Suprema Corte limita el ingreso al país de ciudadanos de los seis países mencionados, con excepción de aquellos individuos que puedan probar una relación con personas o entidades en los Estados Unidos, hasta que la Corte Suprema dictamine al respecto de la legalidad de la prohibición de ingreso al país.

Monseñor Joe Vásquez, obispo de Austin, Texas, y presidente de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos emitió ayer el siguiente comunicado al respecto del mencionado dictamen de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos:

“La decisión de hoy tendrá consecuencias en personas concretas. Mis hermanos obispos y yo valoramos la decisión de la Corte de permitir que sigan ingresando al país individuos que cuentan con relaciones “de buena fe” con una persona o entidad presente en Estados Unidos, pero estamos profundamente preocupados por la situación de muchos otros, en condiciones vulnerables, que no tendrán la posibilidad de venir al país en busca de protección mientras dure la pausa indicada, especialmente aquellos que huyen de persecución religiosa y niños refugiados solos.

Mientras el Poder Ejecutivo comienza con el análisis del programa de refugiados, instamos a que el mismo sea transparente, eficiente y a tiempo. Solicitamos que la revisión incluya agentes de la sociedad civil,  proveedores de servicios para refugiados y expertos en seguridad nacional e inmigración. Creemos que es esencial utilizar toda la experiencia adquirida en programas de reasentamiento, cuando se trata de llevar a cabo una evaluación tan importante”.