El arzobispo de Tánger denuncia dos muertos y un herido grave tras el último salto a la valla de Ceuta

«En esta guerra de la iniquidad contra los pobres, las armas más poderosas son la censura y la mentira»

Jesús Bastante, 03 de enero de 2017 

Un grito se oye en Beliones, llanto y lamentos grandes; África llora por sus hijos y rehúsa el consuelo, porque ya no viven»

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El Papa con Agrelo

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Santiago Agrelo se manifiesta a favor de los refugiados

 (Jesús Bastante).- «Te lo decía, que nos estaban hurtando la verdad; aunque no podía imaginar qué verdad intentaban ocultar: dos muertos y uno para quien el mundo ya nunca será como era«. El arzobispo de Tánger, Santiago Agrelo, denunció ayer que el salto de la valla de Ceuta que llevaron a cabo doscientos inmigrantes en Nochevieja se saldó con dos víctimas mortales.

En un escrito publicado en su perfil de Facebook, el prelado señala cómo, aunque «el Gobierno acusa a los subsaharianos de haber actuado de forma extremadamente violenta y organizada», él mismo ha podido comprobar que se trata de «chicos a los que jamás vi armados de nada más que de hambre, frío y suciedad«.

Agrelo, que subió a Beliones (lugar en el que se congregan los inmigrantes ilegales antes de acometer el salto a las concertinas), denuncia «el fondo de un mundo que a todos se nos oculta suben las sombras: ha habido dos muertos, uno de Camerún, otro de Guinea Conakry; y un chico de Camerún ha perdido un ojo».

 

«Un obispo no puede dejar que le roben la alegría. Me lo dice hoy el papa Francisco y me lo ha dicho siempre mi fe«, subraya el arzobispo de Tánger, quien desvela su oración con la Virgen después de los hechos:»Te lo decía, que nos engañaban, que tus hijos no tienen barras de hierro para amenazar a nadie; que hace falta mucha fatalidad para que alguien, que justamente va protegido de pies a cabeza, pierda un ojo por una pedrada. Te lo decía, que nos estaban hurtando la verdad; aunque no podía imaginar qué verdad intentaban ocultar: dos muertos y uno para quien el mundo ya nunca será como era».

«En esta guerra de la iniquidad contra los pobres, las armas más poderosas son la censura y la mentira«, concluye el prelado. «Un grito se oye en Beliones, llanto y lamentos grandes; África llora por sus hijos y rehúsa el consuelo, porque ya no viven».

Éste es el escrito-denuncia de monseñor Agrelo:
La censura y la mentira: armas contra los pobres.

1 de enero de 2017:
La noticia de Público rezaba así:
«El Gobierno acusa a los subsaharianos de haber actuado de «forma extremadamente violenta y organizada».» (La Delegación del Gobierno en Ceuta) «ha explicado que «si bien las heridas de los agentes de la Guardia Civil no revisten gravedad, en el caso de algunas de las que afectan a las fuerzas marroquíes presentan mayor importancia, habiendo incluso uno de ellos perdido un ojo como consecuencia del impacto de una piedra», según la nota.»

2 de enero de 2017:
Subo a Beliones. Reparto de alimentos entre unos chicos a los que jamás vi armados de nada más que de hambre, frío y suciedad.
Mi compañero pregunta por lo que está pasando en la frontera… Y del fondo de un mundo que a todos se nos oculta suben las sombras: ha habido dos muertos, uno de Camerún, otro de Guinea Conakry; y un chico de Camerún ha perdido un ojo.

«Un grito se oye»:
Un obispo no puede dejar que le roben la alegría. Me lo dice hoy el papa Francisco y me lo ha dicho siempre mi fe.
Así que, mientras la familia sale de la ciudad con su acompañamiento de hambrientos, de mutilados y de muertos, me limito a comentar con la Madre los hechos del día: _Te lo decía, que nos engañaban, que tus hijos no tienen barras de hierro para amenazar a nadie; que hace falta mucha fatalidad para que alguien, que justamente va protegido de pies a cabeza, pierda un ojo por una pedrada. Te lo decía, que nos estaban hurtando la verdad; aunque no podía imaginar qué verdad intentaban ocultar: dos muertos y uno para quien el mundo ya nunca será como era.
En esta guerra de la iniquidad contra los pobres, las armas más poderosas son la censura y la mentira.
«Un grito se oye en Beliones, llanto y lamentos grandes; África llora por sus hijos y rehúsa el consuelo, porque ya no viven»

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Paz en Siria. El defensor al día

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02/01/2017- Defensor del Pueblo

La guerra en Siria ha alcanzado las cotas más altas de destrucción que cabe pensar. Las imágenes del este de Alepo, como ejemplo, podrían ser las de una ciudad polaca o alemana, tras la segunda guerra mundial. Los corredores humanitarios para evacuar a la población han sido muy difíciles y de enormes riesgos.

Por fin, tras muchas voces que han clamado por un alto el fuego, incluido el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, presidido por España, se ha alcanzado una nueva tregua.  La guerra de Siria con varios frentes es de muy difícil comprensión para quienes vivimos lejos: un ejército gubernamental con aliados potentes que le apoyan, una coalición de fuerzas opositoras, grupos armados de un nuevo y pretendido estado. Y por todo ello, un país empobrecido, con población que huye, con otra que no puede hacerlo y malvive, y  cientos de miles de personas desplazadas.

Italia y Grecia  reciben a muchos de aquellos que huyen de los bombardeos y de las persecuciones, por medios paupérrimos y salvados por fragatas, entre ellas, españolas. En Grecia hay 62 campos de refugiados pues llega una media de setenta y cinco personas al día. El campo de Eleonas, en Atenas, acoge a 2.050 personas, en su mayoría sirias.

No parece posible que en el siglo XXI las grandes potencias no alcancen un acuerdo de paz. Aquellas que actuaron en la Segunda Guerra Mundial han reconocido los terribles daños que sus acciones causaron. Setenta y cinco años después, Estados Unidos y Japón así lo han hecho. Perdón no han pedido pero han dicho que algo semejante, nunca jamás.

En Siria no se persigue la ocupación de otros países, no hay portaaviones que hundir, no se lanzan bombas atómicas, pero el desastre de una guerra de cinco años tendrá, también, consecuencias para décadas y décadas. Como siempre hemos dicho que para cortar esta catástrofe humanitaria la paz era imprescindible, nos alegramos del  alto el fuego y esperamos que se alcance la paz.

Quienes buscan refugio llegan a la Europa próspera, como hace pocos días llegaron a España ciento noventa y ocho personas. Esta vez la política común europea para la acogida de refugiados, que tanto reclamamos, parece que puede funcionar.


DOCUMENTACIÓN RELACIONADA

20/12/2016. Presentación, ante la Comisión Mixta, Congreso-Senado, de Relaciones con el Defensor del Pueblo del estudio “El asilo en España: La protección internacional y los recursos del sistema de acogida”

16/12/2016.  En el Día Internacional de Migrante, el Defensor del Pueblo reclama una política de asilo común en toda la Unión Europea

12/12/2016. Visita a los campos de refugiados de Grecia

11/10/2016. La Guardia Civil y el Servicio de Salvamiento Marítimo

05/10/2016.  El Defensor del Pueblo y ACNUR hacen un llamamiento a todas las administraciones para que impulsen programas de acogida a refugiados

04/10/2016. Defensores piden a la Defensora del Pueblo Europea que alce la voz ante la UE en favor de la tregua en Siria

19/07/2016. Recomendaciones formuladas en el estudio “El asilo el España”

Cáritas apuesta por la solidaridad como clave para acoger a refugiados y migrantes vulnerables en la frontera sur

migrantes-con-derechos20 de diciembre, Día Internacional de la Solidaridad Humana

Redacción, 20 de diciembre de 2016 Periodistadigital.com

(Cáritas).- Hoy, 20 de diciembre, se celebra el Día Internacional de la Solidaridad Humana, una jornada que coincide en el tiempo con la Campaña de Navidad de Cáritas Española, que en esta edición lleva como lema «Llamados a ser Comunidad», y que, además, tiene lugar sólo dos días después del Día Internacional del Migrante, que tuvo lugar ayer.

El calendario conmemorativo del mes de diciembre ofrece la oportunidad de sumar, en apenas una semana, tres citas de fuerte contenido celebrativo y reivindicativo, en las que Migración y Solidaridad confluyen con la fiesta de la Natividad de Jesús, un acontecimiento histórico que mantiene toda su actualidad y del que son protagonistas una familia humilde que no tiene sitio en la posada y que se verá empujada camino del exilio con su hijo recién nacido en brazos.

Cáritas quiere aprovechar esta circunstancia para lanzar un llamamiento específico a vivir la solidaridad con las personas refugiadas y migrantes que estos días siguen arriesgando sus vidas, a bordo de embarcaciones precarias en aguas del Atlántico y del Mediterráneo, para buscar un futuro de justicia y dignidad en nuestro país.

Es una oportunidad para toda la sociedad y el conjunto de los poderes públicos vincular las exigencias que plantea la migración en el momento presente con la fuerza que aportan la solidaridad y el sentido de una Navidad que, como propone la campaña institucional de Cáritas, nos «llama a ser comunidad», a aprender a vivir en común en la misma casa, en la Tierra común que nos acoge a todos.

Practicar la solidaridad humana en este Día Internacional supone responder a una opción personal por cuidar a las personas y cuidar la Creación, pilares fundamentales para superar la pobreza y para lograr una convivencia en paz, en justicia y dignidad para todos. Y ejercer la solidaridad sobre la realidad diversa y enriquecedora, pero también dramática, de las personas que hoy se ven forzadas a migrar, reclama de todos superar prejuicios y estereotipos para hacer posible el encuentro y el diálogo con los demás. Sólo así podemos tomar conciencia de nuestra pertenencia a una misma familia humana.

En la nota hecha pública el pasado viernes con motivo del Día Internacional del Migrante, Cáritas reivindicaba los esfuerzos de muchos, en especial de nuestra Iglesia, por construir un mundo en paz, basada en el reconocimiento del «otro» como un ser humano que ha de ser acogido con hospitalidad.

Por ese motivo, a caballo de las celebraciones de las jornadas del Migrante y de la Solidaridad Humana, la Confederación Caritas apuesta por fortalecer su compromiso con la acogida solidaria, en todas las parroquias y Diócesis, con los refugiados y migrantes más vulnerables que llegan a nuestro país, especialmente a través de la Frontera Sur.

Todas las Cáritas con territorios ribereños del Mediterráneo y del Atlántico lideran esta apuesta solidaria a través de numerosos proyectos de acogida y acompañamiento.

En Cáritas Sevilla, por ejemplo, el Proyecto Nazaret y su red de cuatro pisos tutelados ofrecen, junto a la acogida a las familias y personas migrantes, servicios de orientación para la adquisición de habilidades sociales necesarias para desenvolverse en el nuevo contexto de la sociedad receptora, y que van desde el aprendizaje del idioma a la preparación para el empleo.

Cáritas Málaga, tanto en el territorio peninsular como en Melilla, desarrolla también una intensa labor de acogida, tanto a través de sus pisos de inserción socio-laboral como de proyectos específicos para inmigrantes: cursos de alfabetización y clases de español, apoyo de logopedia, clases de informática, apoyo escolar y espacios de encuentro.

En Granada, el proyecto Mirlo de Cáritas ofrece enseñanza básica del idioma a inmigrantes llegados de otros países, mientras que a través del Piso de Acogida a Inmigrantes Subsaharianos (PAIS) se cubren las necesidades básicas de alojamiento y manutención de las personas migrantes, además de impulsar un proceso de inserción que ayude a su regularización jurídica e integración social y laboral. Cáritas Granada completa su trabajo de acogida a inmigrantes con el Proyecto Interparroquial de Motril para mantener y reforzar la red de atención social y educativa de la población inmigrante residente en la comarca y litoral granadino.

Además del trabajo intenso de acogida y acompañamiento que Cáritas Almería lleva a cabo desde las Cáritas Parroquiales del Campo de Níjar y El Ejido, tiene dos proyectos dirigidos específicamente a inmigrantes: un servicio de atención a personas migrantes en Almería para proporcionarles acogida básica y actividades de formación para facilitar su integración; y un proyecto de intervención en asentamientos con población migrante en el Poniente almeriense, sujetos a unas condiciones de vida infrahumanas y lejos del cumplimiento de muchos de sus derechos básicos.

Una acción similar de acogida y acompañamiento a núcleos de población inmigrantes en condiciones de extrema vulnerabilidad es la que desarrolla también Cáritas Huelva, dentro de un Programa de Inmigrantes que cuenta con una larga trayectoria de acogida e inserción.

En la Diócesis de Cádiz y Ceuta, en 2015 se estableció una Mesa Diocesana de Atención y Acogida a los Refugiados para acompañar esta realidad y articular diversos servicios de acogida, acompañamiento e inserción a las personas migrantes y refugiadas en todo el territorio de la diócesis. Esta Mesa está formada por las delegaciones diocesanas de Pastoral de Migraciones y Cáritas, la CONFER (Conferencia Española de Religiosos), la Fundación Centro Tierra de Todos y la asociación Cardijn.

Cáritas Asidonia-Jerez impulsa la acogida e integración de migrantes y refugiados a través de toda su red parroquial, además de apoyar proyectos que se desarrollan en coordinación con otras instituciones y canalizar los itinerarios personalizados de inserción laboral de estas personas a través del SEROL (Servicio de Orientación Laboral de Cáritas).

Por su parte, las Cáritas de Canarias y de Tenerife añaden, a su importante dimensión de acogida y acompañamiento a los migrantes y refugiados que llegan al archipiélago, una labor pionera de trabajo en red con las Cáritas de los países subsaharianos de donde proceden muchos de las personas que llegan a las costas canarias, como es el caso de Mauritania y Senegal, y cuyo principal objetivo es incidir en las causas de la migración desde los puntos de origen o de tránsito.

Mensaje del Papa Francisco al Foro Global sobre migraciones y desarrollo

13 de diciembre, SIC

AudienciaGPapaFranciscoSaludoDanielIbanezACIPrensa31agosto2016El Papa Francisco «alienta a los gobiernos y a las autoridades políticas regionales a afrontar la crisis provocada por el desplazamiento masivo de personas», recordando siempre que los fenómenos migratorios y el desarrollo están estrechamente entrelazados «con las cuestiones urgentes de la pobreza, de la guerra y del tráfico de seres humanos» y la correspondiente «necesidad de un desarrollo ambiental y humano sostenible».

Así se lee en el Mensaje que el Cardenal Secretario de Estado de Su Santidad, Pietro Parolin, envió en nombre del Papa al noveno Foro Global sobre migraciones y desarrollo, que se celebró en Daca, del 10 al 12 de diciembre.

El Mensaje del Obispo de Roma, recuerda la Encíclica Laudato si’ y destaca la importancia de afrontar «la urgencia de un liderazgo global auténtico, capaz de administrar la economía internacional, balanceando las exigencias de las economías individuales y las actuales condiciones de crisis;  la necesidad del desarme, de la seguridad alimenticia y de la paz;  y la necesidad de proteger el ambiente y de reglamentar las migraciones».

Con la convicción que «sólo una estrategia integral permite combatir la pobreza, restituir  la dignidad a los excluidos y al mismo tiempo cuidar la naturaleza».

En la cita internacional, celebrada en la capital de Bangladés, la Santa Sede estuvo representada por el subsecretario del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes, Mons. Gabriele Bentoglio. Además de leer el mensaje del Papa, el prelado puso de relieve en su intervención la importancia de «la tutela de la dignidad humana y de la promoción de la solidaridad». Y recordó que «la Santa Sede subraya sin cesar la centralidad y la dignidad de todo ser humano».

Con los derechos y deberes de los migrantes, Mons. Bentoglio subrayó asimismo la «perspectiva de la integración» y la «cultura del encuentro», como alienta el Papa Francisco.

El subsecretario del dicasterio pontificio para los Migrantes e Itinerantes, señaló que «desde el comienzo de su pontificado, el Papa Francisco alienta la adopción de soluciones sostenibles. Pues, guerras, violaciones de los derechos humanos, corrupción, pobreza, y desastres naturales son factores importantes que impulsan las migraciones. Y no podemos olvidar que los más vulnerables, como los niños y las mujeres son los primeros que sufren sus consecuencias».