Combatir la trata y el turismo sexual sólo es posible con la colaboración de todos
(Luis Miguel Modino, Brasil).- Desde 2010, todo 30 de julio se celebra el Día Mundial de Enfrentamiento a la Trata de Personas, instituido por la Asamblea General de la ONU para recordar la fecha en que fue aprobado el Plano Global de Combate de la Trata de Personas.
En Brasil, esta campaña, que fue asumida por el Ministerio de Justicia en 2013, se conoce como «Corazón Azul», promoviendo una semana de actividades a finales de julio con las que se pretende llevar a la sociedad a reflexionar sobre esta lacra que se manifiesta de múltiples formas en la actualidad.
En Manaus, bajo el título «Para que el Sueño no se Convierta en una Trampa», la Secretaría de Estado de Justicia, Derechos Humanos y Ciudadanía, ha organizado una serie de actos con los que pretende insistir en la toma de conciencia sobre estos aspectos, sobre todo el problema del turismo sexual. Para ello han querido implicar en la campaña a los taxistas, quienes muchas veces transportan a víctimas y opresores, a veces sin saberlo, guías turísticos, que son quienes acompañan a turistas en busca de sexo, así como a diferentes organizaciones que combaten la trata de personas, entre ellas la Cáritas Archidiocesana de Manaos y la Red un Grito por la Vida.
A lo largo de estos días se están llevando a cabo encuentros de diálogo con representantes de estos colectivos, presencias informativas en las estaciones de autobuses, los puertos de donde salen barcos de transporte y paradas de taxi, así como reparto de folletos en las zonas donde se mueven los travestís, transexuales y profesionales del sexo, público vulnerable y que muchas veces se ven sumergidos en ese mundo como modo de sobre vivencia económica.
Graça Soares Prola, Secretaria de Justicia, Ciudadanía y Derechos Humanos del Estado de Amazonas, no duda en afirmar la existencia en Manaos, así como en otras ciudades del país, de turismo sexual, con agencias que incluyen hombres y mujeres jóvenes como parte de los productos ofrecidos. Ella señalaba que Manaos es una ciudad de destino de clientes y al mismo tiempo una de las rutas internacionales de la trata, generalmente pasando por Venezuela.
Prola ha constatado que en la mayoría de las ciudades del interior del estado no se llevan a cabo denuncias de trata de personas, lo que provoca que las estadísticas no respondan a la realidad y no se operen los mecanismos necesarios para activar el combate, cuando en realidad se deberían intensificar las acciones de enfrentamiento