Invierno en Europa- el defensor al día

unicef

Las colas de refugiados envueltos en mantas, rodeados de nieve, recuerdan aquellas colas de seres humanos en campos de concentración que también esperaban un plato de sopa en el invierno. Las indumentarias han variado porque son otros tiempos pero las imágenes de humillación y sufrimiento son muy parecidas. Aquellas fueron tomadas en la Europa de ayer, cuando a los deportados de los campos les esperaba la muerte.

En la Europa de hoy quienes están en estas colas o calientan sus manos, como este niño en un bidón en un campo de refugiados, pueden encontrar acogida y humanidad porque hablamos de una Europa cuya economía es la segunda del mundo, y los países que la conforman  no están en guerra.

La Unión Europea ha sido, y es, un gran proyecto internacional de paz, de seguridad, de crecimiento económico y de bienestar. Posiblemente, el más importante del siglo XX. Pero a lo largo de los años de desarrollo del proyecto no se ha contemplado la posibilidad de que cientos de miles de personas, en unas décadas, huirían de guerras y de la miseria desde países muy próximos, y lo harían por cualquier procedimiento para tratar de llegar a Europa.

El intento de lograr una política común de asilo y protección a refugiados en la U.E. no se ha conseguido plenamente, hasta el momento. Varios países no la aceptan y cierran sus fronteras. Otros, ente ellos España, sí están dispuestos a acoger a aquellos que lleguen desde Grecia e Italia, de acuerdo con lo que solicita la U.E.

Los procedimientos establecidos para la identificación de las personas y su traslado son largos, y por esas razones son pocos los que todavía llegan. Pero llegan, y son muy bien recibidos en aeropuertos y trasladados a ciudades donde se alojan en centros que atienden municipios y varias ONGs, entre ellas, Cruz Roja.

Hay aspectos todavía por mejorar en una materia para la que, no estábamos preparados como tampoco lo estaban otros países, tales como agilizar los procedimientos para realizar y resolver las posteriores solicitudes de asilo, ampliar las ayudas económicas a refugiados, y velar muy especialmente por la situación de los menores no acompañados. Así lo explica el Defensor del Pueblo en el estudio El asilo en España. Protección internacional y recursos del sistema de acogida, presentado y explicado recientemente en las Cortes Generales.

La institución del Defensor del Pueblo sigue con mucha atención la llegada y los traslados de los refugiados en los que participa el ministerio del interior y la secretaría de inmigración; reconoce la labor y esfuerzos de tantas personas que hacen posible ofrecerles un alojamiento digno y la atención necesaria para superar los traumas de sus terribles viajes, y poder pensar en una nueva vida.

ACNUR (Alto Comisionado para los Refugiados) advierte que habrá muchas más llegadas a Europa en próximas fechas. Seguramente las cifras que la Unión Europea ofreció en septiembre de 2015 para que los países acogieran refugiados ya no tienen validez pues han sido superadas con mucho.

Pero las imágenes que vemos de los campos de refugiados a bajo cero de temperatura, con colas para la sopa, frágiles tiendas de campaña y bidones para la lumbre, quizás nos pueden hacer recapacitar y lleguemos a ser un poco más generosos, junto con otros europeos. Pues ya sabíamos que los campos de refugiados no eran lugares para una vida.

12/01/2017. Conoce la Campaña de Unicef para ayudar a niños refugiados

13/01/2017. ACNUR. Nota de prensa “Refugiados e inmigrantes continúan sufriendo el frío en Europa

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