«Hemos rescatado en el Mediterráneo más de 55.700 personas»

 

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Òscar Camps, director de la ONG Proactiva Open Arms

Camps, nacido en Barcelona, decidió en 2015 desplazarse a Lesbos, una isla
griega situada cerca de Turquía, para evaluar la situación de los refugiados
sobre el terreno. Camps, antes de embarcarse en la dichosa aventura
de rescatar a náufragos del Mediterráneo, era propietario y dirigía en Badalona
una empresa de socorrismo establecida, Pro-Activa Serveis Aquàtics,
dedicada a los servicios marítimos, concretamente en la seguridad acuática
y el socorrismo.

Y con 15.000 euros que Camps tenía ahorrado y un grupo de voluntarios empezó a guiar y ayudar a llegar a las playas a los refugiados, principalmente sirios, que venían desde Turquía en embarcaciones muy frágiles.

Su tarea nació de un evento clave que le motivó a ponerse en movimiento:
la publicación de las imágenes del cadáver de Aylan Kurdi, el niño de
tres años que había muerto ahogado intentando hacer la travesía con su familia
cuyas fotos dieron la vuelta al mundo.
El verano pasado participó en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en el encuentro «Crisis de los refugiados: conflicto, migración y respuesta europea».
«Harán falta más de cuatro tiros al aire para que nos vayamos a casa», avisó
Oscar, y bromeaba en este sentido que, «en lugar de chalecos salvavidas, se pondrán chalecos antibala” ante las medidas y las amenazas de los guardacostas libios y los planes de las autoridades libias para crear una vasta zona marítima que retira el  permiso de navegación a los barcos extranjeros.

Lejos de abandonar, se plantean volver a llevar su buque insignia, el Astral, para seguir salvando vidas. Camps se siente con todo un mundo en contra, desde el barco racista
de Defend Europe hasta la Unión Europea, pero no pierde la esperanza.

Ventana Europea: ¿Cuántas vidas habréis rescatado en estos dos años?
Òscar Camps: Hemos rescatado en el Mediterráneo más de 55.700 personas
desde que, un día, hace ya dos años, un grupo de voluntarios decidimos dejar
la comodidad de nuestras vidas para ayudar a salvar las vidas de todos aquellos que se ahogan en la frontera más mortífera del mundo. Cada una de estas personas rescatadas tiene una historia personal que le ha llevado a lograrlo.
Pero muchas otras se quedan en el camino.
Nosotros preferimos quedarnos con estas 55.700 historias que, gracias al
apoyo de muchas otras personas de la sociedad civil que deciden dar aportaciones
económicas para que Proactiva Open Arms siga trabajando, y así ellas seguirán
escribiendo sus días.

V. E.: Háblanos de algún caso significativo.
Ò. C.: Me viene a la cabeza una niña, Miracle, que llegó a la vida a bordo de
nuestro barco con bandera española, el Open Arms. Un equipo de 15 voluntarios
y voluntarias profesionales del salvamento marítimo la conocimos por primera vez. Era la tripulación 29 de nuestra ONG. Su madre, de nombre Peace, huía de Ghana. La pobre Peace dio a luz en nuestro barco, y lo reitero porque nadie en el mundo debería
encontrarse en la situación de tener que hacerlo en esas condiciones.

V. E.: ¿Que sentisteis?
Ò. C.: Al cogerla en nuestro regazo nos acordamos también de las más de
55.700 personas que decíamos antes que hemos rescatado en nuestro deseo de
ayudar a salvar las vidas de todos aquellos que se ahogan en la frontera más mortífera
del mundo. Cada una de estas personas rescatadas tiene una historia personal
que le ha llevado a lograrlo. Pero muchas otras se quedan desgraciadamente
en el camino.

V. E.: Pero Libia está cerca…
Ò. C.: Las personas que nos encontramos en el Mediterráneo central salen de
Libia, un país sin gobierno, controlado por mafias y milicias. Un país en el
que distintas organizaciones han podido comprobar de primera mano que la esclavitud
nunca fue abolida del todo. Se vende y se compra personas como esclavos
y esclavas, violando sistemáticamente los derechos humanos más básicos,
incluyendo el derecho que da sentido al resto, el derecho a la vida.

V. E.: No solo Libia…
Ò. C.: Las aguas internacionales se han convertido «en el agujero negro»
o «alfombra» donde la UE «esconde lo más sucio que hay». Denunciamos que las
autoridades ponen más dinero en deportar gente que en salvar vidas. Nos preguntamos si hay verdadera voluntad para poner recursos o más bien para poner
debajo de una alfombra una realidad que no saben gestionar. Y luego niegan recursos
para garantizar la seguridad, para el pasaje seguro o incluso para el rescate en el mar cuando tienen problemas. Eso es lo que más nos indigna.

V. E.: ¿Por qué vuestro encuentro con el Papa?
Ò. C.: Queríamos llevar un trocito de realidad de Lesbos, porque la realidad
de Lesbos se aleja bastante de la versión oficial que se maneja. Cuando vino el Papa vino con muy poco tiempo, vino con cuatro horas, no tuvo tiempo para moverse
demasiado pero con cuatro horas hizo poner a todas las cámaras de todo el
mundo ahí y nos dio una lección de lo que tenemos que hacer. A ver si alguien
toma nota y pueden establecerse corredores humanitarios para respetar los
acuerdos comunitarios establecidos en materia de refugiados La llegada de
familias traídas por el papa en su avión tras su visita a Lesbos no fue solamente
una obra de caridad sino toda una lección magistral para un continente dominado por el miedo.

V. E.: ¿Còmo llevasteis la realidad de Lesbos al Papa?
Ò. C.: Le llevamos un chaleco de una niña siria de seis años que no pudimos
rescatar. Murió ahogada con su familia. Cuando levanté el chaleco nos rodearon
todos los de seguridad, pero fue anecdótico porque no hubo ningún problema. Enseguida vino y en un tono muy cordial y distendido nos alabó el trabajo
y nos animó a seguir. Nos dijo que estamos haciendo un gran trabajo, nos
felicitó, que estábamos en sus oraciones. Quedó conmovido cuando le conté la
historia. Cogió el chaleco, se lo llevó y le entregamos una carta.

V. E.: ¿Qué piensas de la política de la UE y de España ante este fenómeno?
Ò. C.: Lo que más echamos en falta de la sociedad española y europea en general
es la implicación en lo que está sucediendo, la falta de empatía, la sensibilización
y el clamor para cambiar las cosas. Falta indignación de la ciudadanía para que se puedan exigir cambios en los gobernantes que permitan que nuestro trabajo no sea necesario ya nunca más. La política de la UE es externalizar fronteras y pagar
a terceros países para que hagan el «trabajo sucio» saltándose los derechos humanos,
la Convención de Ginebra y todos los convenios internacionales a los que Europa está suscrita», afirma. Esta es la realidad y el resto es demagogia»

Proactiva Open Arms es una organización no gubernamental de Badalona (Barcelona, España) fundada en septiembre de 2015 cuya principal misión es rescatar del mar
a los refugiados que llegan a Europa huyendo de conflictos bélicos, persecución o pobreza… Recientemente, mientras las grandes ONG decidieron retirarse del Mediterráneo en agosto por el acoso de los guardacostas libios, este no fue
el caso de Proactiva Open Arms, la ONG que puso en marcha Òscar Camps. Su ejemplar labor se ha podido ver en una gran exposición reciente “No más vidas a la deriva. Proactiva Open Arms, dos años de misión en el Mediterráneo” #rutaDOCfield

VENTANA EUROPEA. Octubre 2017

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