En la actualidad, cerca de 215 millones de niños trabajan en el mundo, muchos de ellos a tiempo completo. Estos niños y niñas no van a la escuela y no tienen tiempo para jugar. Muchos no reciben alimentación ni cuidados apropiados. Se les niega la oportunidad de ser niños. Más de la mitad de estos niños están expuestos a las peores formas de trabajo infantil como trabajo en ambientes peligrosos, esclavitud, y otras formas de trabajo forzoso, actividades ilícitas incluyendo el tráfico de drogas y prostitución, así como su participación involuntaria en los conflictos armados. En África subsahariana, aproximadamente 1 de cada 3 niños y niñas trabajan, lo que representa una cifra de 69 millones de menores de edad.
La Conferencia de Ámsterdam de 1997 sobre la lucha contra las formas más intolerables del trabajo infantil y la Conferencia Internacional de Oslo sobre el Trabajo Infantil de 1997, señalaron la atención a la urgente necesidad de una acción mundial concertada para poner fin al trabajo infantil, al instar a que se amplíe la recopilación de información, estadísticas e investigación empírica que ayudaría a informar esta acción.
En el mundo, un gran número de niños están involucrados en trabajo doméstico remunerado o no remunerado en el hogar de un tercero o empleador. Estos niños son particularmente vulnerables a la explotación. El trabajo que realizan a menudo está oculto a los ojos del público, ya que estos niños puede que se encuentren aislados o trabajen muy lejos del hogar familiar. Las historias de abuso de niños involucrados en trabajo doméstico son muy comunes.
Trabajo infantil y derechos humanos
Las convenciones 138 (1973) y 182 (1999) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) definen como trabajadores infantiles a los menores de 12 años que realizan actividades remuneradas, a los de 12 a 14 años que realizan trabajos más que livianos, y a todos los niños y niñas sometidos a las peores formas de trabajo infantil, por medio de las cuales se les esclaviza, se les recluta a la fuerza, se les prostituye, se les somete a la trata, se les obliga a cometer actividades ilegales o se les pone en peligro.
La Convención sobre los Derechos del Niño (CIDN) es un tratado internacional de las Naciones Unidas por el que los estados parte acatan los derechos del niño. La convención está compuesta por 54 artículos que consagran el derecho a la protección de la sociedad y el gobierno, el derecho de los menores de 18 años a desarrollarse en medios seguros y a participar activamente en la sociedad. La CDN reconoce a los niños como sujetos de derecho, pero convierte a los adultos en sujetos de responsabilidades. Fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989. El artículo 32(1) de la Convención sobre los derechos del niño(1989) exige el reconocimiento del “derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social .”
En marzo de 2006, 143 países ratificaron la Convención 138, que ajustaba la edad mínima para trabajos de tipo general, leves o peligrosos, y 158 países ratificaron la Convención 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil. En junio de 2013 todos los países del mundo habían ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño a excepción de Sudán del Sur, Somalia y Estados Unidos (aunque estos dos últimos sí la han firmado).
Día mundial contra el trabajo infantil
El próximo 12 de junio se celebrará el Día mundial contra el trabajo infantil. Instituida por la la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la temática de la presente edición 2013 se centra en el trabajo infantil doméstico. Según las cifras más recientes citadas en un nuevo informe de la OIT titulado Erradicar el trabajo infantil en el trabajo doméstico, estos niños trabajan en hogares de terceros o de un empleador, realizando tareas como limpiar, planchar, cocinar, la jardinería, recolectar agua, cuidar de otros niños o de los ancianos.
Unos 10,5 millones de niños de todo el mundo, la mayoría de los cuales son menores de edad, trabajan como trabajadores domésticos en los hogares de otras personas en condiciones peligrosas y en algunos casos análogas a la esclavitud, de acuerdo con un nuevo informe de la OIT. De estos niños trabajadores, 6,5 millones tienen entre cinco y 15 años. Más de 71 por ciento son niñas.
En el Día mundial contra el trabajo infantil de 2013 se hace un llamamiento en favor de:
- la realización de reformas legislativas y la aplicación de políticas que garanticen la eliminación del trabajo infantil en el trabajo doméstico, y el establecimiento de condiciones de trabajo decente, así como la protección adecuada para los jóvenes trabajadores domésticos por encima de la edad mínima legal de admisión al empleo.
- la ratificación por los Estados Miembros del Convenio de la OIT núm. 189 sobre el trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores domésticos y su aplicación junto con los Convenios relativos al trabajo infantil (Convenio núm. 138 sobre la edad mínima de admisión al empleo y el Convenio núm. 182 sobre las peores formas de trabajo infantil).
- la toma de medidas para promover el movimiento mundial contra el trabajo infantil y fortalecer la capacidad de las organizaciones de trabajadoras y trabajadores domésticos para abordar la cuestión del trabajo infantil.
Trabajo infantil también en los países desarrollados
La crisis económica también pasa factura a muchos niños que no se encuentra oficialmente en edad de trabajar en los países desarrollados. Tal y como reproducen algunos medios de comunciación países como España o Grecia (esta última información no se ha podido contrastar a través de otras fuentes) también estarían viviendo la triste realidad del trabajo infantil.
Steve McCurry, fotógrafo comprometido con su tiempo
Steve McCurry es uno de esos fotógrafos comprometidos con su tiempo. Son famosas sus fotografías por la expresividad de las mismas, siempre poniendo al individuo al frente cogiéndole de un modo desprevenido, para que pueda “aflorar en su cara la esencia de su alma y de sus experiencias”. Conocido mundialmente como uno de los mejores “creadores de imágenes” actuales, es especialmente famoso por sus evocadoras fotografías en color. Ha sabido capturar la esencia de la lucha y la alegría humanas. Fotógrafo presente en numerosos conflictos bélicos siempre trata de reflejar las injusticias existentes en el mundo actual. Es sin duda alguna un referente en el mundo del retrato del mundo desfavorecido. McCurry se volvió mundialmente famoso por ser el autor de la fotografía La niña afgana, aparecida en la revista National Geographic en 1985 y reencontrada y vuelta a fotografiar en 2002.
En una reciente recopilación de fotografías de sus numerosos viajes de las últimas tres décadasMcCurry publicó en su blog el pasado mes de mayo un conjunto de 22 instantáneas a través de las cuales pretende denunciar la vida de duro trabajo a la que son sometidos millones de niños cada año. Bajo el título “Infancia robada” nos presenta las fotografías que puedes encontrar en http://www.unitedexplanations.org/2013/06/10/22-tristes-fotografias-sobre-el-trabajo-infantil-en-el-mundo/