1ro de marzo de 2018.
Con motivo de la presentación del Informe Balance Migratorio 2017, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía ha pedido vías seguras para acceder a España que impidan que las personas tengan que arriesgar su vida en el mar. En dicho informe se evidencia un incremento notable de las entradas por vía marítima España, que con 22.419 personas casi se triplica respecto del año anterior.
El Balance Migratorio que elaboramos cada año desde la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, pone de relieve para 2017 un aumento notable en la llegada de personas procedentes de otros países a España. Las cifras globales se duplican o incluso se triplican si observamos las entradas por mar. Este incremento se produce al tiempo de un descenso muy significativo por del resto de rutas hacia Europa. Las migraciones forzadas se convierten en una carrera de obstáculos para las personas que huyen de la guerra, el hambre o la falta de oportunidades. Pero lo cierto y verdad es que las medidas de contención de los flujos concertadas con los países de origen, la represión ejercida contra las personas migrantes y los mecanismos de cierre de fronteras de la Europa Fortaleza no son capaces de frenar los movimientos de personas que, en ocasiones, llevan años sorteando países para alcanzar un lugar mejor donde vivir. Las cifras de muertes son insoportables. Durante 2017, 249 personas perdieron la vida intentando alcanzar a España, entre ellos Samuel, cuyo cuerpo de tan solo cuatro años apareció en enero en las costas de Barbate. Se suma así a las más de 6.000 personas que en los últimos 20 años perecieron intentando atravesar nuestra Frontera Sur. Estas son muertes confirmadas, las estimaciones multiplican la cifra por tres, lo que convierte a nuestro mar en un extenso cementerio, en testigo de una tragedia de proporciones bíblicas, a la que nuestras administraciones no prestan la mínima atención. Su esmero no está en salvar vidas, sino en enroscar más y más concertina, por la que se desangran los derechos humanos. Ejemplo de ello es la condena, este año, del Tribunal Europeo de Derechos Humanos por practicar de manera ilegal y sistemática las devoluciones en caliente en la frontera, evitando así la opción a solicitar el derecho de asilo. En nuestras mentes está grabada a fuego la muerte hace cuatro años de 15 muchachos en la playa de El Tarajal (Ceuta), un episodio más para la ignominia. Alambradas, patrulleras, devoluciones, vuelos de deportación, muerte y sufrimiento no pueden seguir siendo la respuesta de este país a las personas que huyen de la guerra o el hambre, la historia nos juzgará por ello. Por eso, pedimos alto y claro y por justicia, vías legales, políticas acogedoras que pongan en primer lugar la dignidad y los derechos humanos de las personas.
http://nadiesinfuturo.org/de-interes/article/informe-balance-migratorio-2017-en