Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización compuesta por dos hombres y una mujer de origen rumano dedicados a la explotación sexual de mujeres mediante el método del ‘lover boy’, una operación que ha servido para liberar a una joven que tenía que prostituirse en la calle Montera durante más de 12 horas al día, sin comer y sin descanso y que debía realizar un mínimo de 15 servicios.
Canarias 7, , 14-11-2017
Según ha informado la Policía Nacional, los detenidos engañaban a jóvenes compatriotas para que viniesen a España bajo la promesa de un futuro mejor junto al hombre del que se había enamorado y, una vez que llegaba aquí, eran obligadas a ejercer la prostitución en las calles de Madrid.
La investigación comenzó hace más de un año cuando los agentes detectaron a una joven rumana ejerciendo la prostitución en la calle Montera de Madrid y sospecharon que podría estar siendo víctima de trata. Posteriores gestiones permitieron a los investigadores llegar los responsables de la organización, dos hermanos varones y una mujer, que se encargaban de controlar a las víctimas y obligarlas a ejercer la prostitución.
Además, los agentes comprobaron que la mujer realizaba las funciones de tesorera y se encargaba de administrar los beneficios obtenidos de la explotación de las víctimas y enviar a su país de origen una parte de los mismos.
Los policías han constatado que la organización captó a la mujer en Rumanía aprovechándose de su situación de vulnerabilidad. Para convencer a la víctima de que viajara a España utilizaron el método conocido como “lover – boy”, por lo que ella consideraba que venía a España para tener un futuro mejor junto al hombre del que se había enamorado.
Una vez en nuestro país, la joven fue alojada en el domicilio de los traficantes que, aprovechándose de que era madre de una niña de tres años a la que no tenía otro medio para mantener, la obligaron a ejercer la prostitución en la zona de la calle Montera de Madrid.
La mujer debía ejercer la prostitución en la vía pública durante todos los días de la semana, en jornadas de más de doce horas, sin posibilidad de descansar ni para comer, llegando a realizar hasta 15 servicios en un jornada. La víctima estaba en todo momento bajo el control de los tratantes que se encontraban en la zona y se encargaban de seleccionar a los clientes.
Tras su detención, los agentes han podido constatar que los tres arrestados mantenían un elevado nivel de vida a pesar de no haber tenido nunca un trabajo legal en España.
Esta operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, puesto en marcha en 2013, y que dio lugar a la creación de la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos, adscrita a la Comisaría General de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional.
Con la puesta en marcha de este plan, la Policía Nacional activó la línea telefónica 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos.7 Sólo en los ocho primeros meses de 2017 se han recibido casi 600 llamadas y más de 450 correos, de los que se han derivado más de 200 investigaciones.