El Mundo, 13/3/2015
La reforma de la Ley de Extranjería de 2009 ha mejorado la situación de las víctimas de trata de seres humanos con fines para la explotación sexual porque ofrece a las inmigrantes llegadas de forma irregular la posibilidad de quedarse en España si colaboran con las autoridades en la investigación del delito que las tiene esclavizadas. Establece un periodo de reflexión de al menos 30 días para que las víctimas decidan si desean cooperar y, durante ese tiempo, sus expedientes de expulsión quedan en suspenso (que no archivados). Sin embargo, el Gobierno puede repatriarlas al finalizar este plazo.