Se realizará una reseña con la huella dactilar y la fotografía del menor. También se aplicará a aquellos que aunque viajen con adultos no puedan documentar su parentesco.
Lo pidió la defensora del Pueblo, Soledad Becerril, en el informe ‘La trata de seres humanos en España: víctimas invisibles‘ y el Ministerio del Interior, a través de la Dirección General de la Policía, ha decidido seguir su recomendación. Así, a partir de ahora, los menores que lleguen a España de forma irregular serán identificados para evitar “situaciones de riesgos para ello”, según indica el organismo que dirige Becerril, en referencia a la trata de personas, la mayoría extranjeros.
¿Cómo se realizará esa identificación? La oficina la Dirección General de la Policía, la comisaría general de extranjería ha dado ya instrucciones para que, cuando detecten menores extranjeros no acompañados o que puedan encontrarse en situación de riesgo, se realizará una reseña con la huella dactilar y una fotografía del menor. Además se pondrá en conocimiento del ministerio fiscal y de la entidad de protección de menores la situación de esos menores y el lugar al que van a ser trasladados.
Esa identificación también se realizará a aquellos menores que se encuentre con adultos que no puedan identificar su relación de parentesco o haya indicios de que pueda ser víctima de trata de seres humanos.
A juicio de Soledad Becerril, esta identificación evitará la vulneración de derechos fundamentales de estos menores y contribuirá a mejorar la detección efectiva de potenciales víctimas de trata o de otros delitos.
El informe del Defensor del Pueblo, presentado en el 2012, señalaba que “la interceptación de un menor de edad, esté o no acompañado de un adulto, intentando acceder de manera irregular a territorio nacional, en pequeñas embarcaciones con riesgo objetivo de su integridad física, constituye en sí misma una situación de riesgo que ha de ser puesta de inmediato en conocimiento del ministerio Fiscal y de la entidad de protección de menores del territorio en el que se produce la llegada. La falta de protocolos de actuación con implicación de todos los organismos de las distintas administraciones con competencias en la materia conlleva la falta de detección temprana de estos menores de edad, lo que coloca a los mismos en una situación de riesgo. Esta situación se agrava ante la falta de un registro específico en el que se anoten los datos necesarios para la efectiva identificación de cada menor en una base de datos policial.
Según las estimaciones de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, en Europa solo se detecta a una de cada veinte potenciales víctimas de trata con fines de explotación sexual. La tendencia en España parece seguir esa tónica, aunque con ligeras variaciones. Así, en 2010 se detectaron 15.075 personas en situación de riesgo de las que, finalmente, fueron identificadas 1.641, y en el año 2011, de 14.370 personas identificadas en situación de riesgo, finalmente 1.082 fueron identificadas como víctimas.
Según el análisis de la Fiscalía General del Estado, la trata de personas en España tiene que ver esencialmente con la servidumbre por deudas; es decir, la víctima se somete a una situación de dominación como único medio de satisfacer las deudas con el tratante.