«Que el derecho a la vida sea el valor fundamental y esté siempre por encima de las políticas de control migratorio»

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LAS REINAS MAGAS (II): HELENA MALENO, NATALIA PEIRO Y PEPA TORRES

«Consigamos cerrar los CIE y que se dejen de criminalizar las migraciones»

Tras los ‘Reyes’, las ‘Reinas Magas’. Mujeres que, con su trabajo cotidiano, demuestran que un mundo mejor es posible, y que construirlo es tarea de todos y de todas. Ciertamente, los Reyes Magos, las Reinas Magas, existen, y viven entre nosotros. Y nos regalan a diario su esfuerzo y, como ahora, su palabra.

Si ayer nos mostraban sus deseos Javier Baeza, el padre Ángel y Joaquín Sánchez, hoy nos cuentan su ‘carta a los Reyes’ la periodista y activista por los derechos humanos Helena Maleno; la nueva secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro; y la teóloga y educadora Pepa Torres. Que lo disfruten.
Helena Maleno

La ‘Maga’ de los muertos del Tarajal

Por Lucía López Alonso

«Que el derecho a la vida sea el valor fundamental y esté siempre por encima de las políticas de control migratorio». La defensa de la vida, esa que tendríamos que tener tan superada en nuestro siglo (por darle a la vida el valor que tiene, sin ponerla en peligro por intereses políticos), ha sido el primer deseo de Helena Maleno (1 de agosto de 1970, El Ejido) para este nuevo Día de Reyes.

Autora del documental ‘Frontera Sur’, de diversas exposiciones de fotografía que reflejan las violaciones de derechos que se cometen en las fronteras, y coguionista de ‘En el Camino‘, la periodista y activista española sigue hoy pendiente de que la juzguen.

El Tribunal de Apelación de Tánger anunció a finales de diciembre que su interrogatorio se aplazaba hasta el día 10 de enero. ¿Por qué se investiga a una investigadora? ¿De qué se acusa a Helena Maleno, la defensora de los derechos humanos de las personas migrantes? De un supuesto vínculo con aquello contra lo que lucha: las mafias de tráfico de personas.

Un informe de la policía española, a partir de sus llamadas a Salvamento Marítimo para informar de la presencia de pateras en apuros en el Estrecho, sirvió para activar en 2016 una denuncia, que a falta de pruebas fue rechazada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Con la sospecha de que España ha trasladado ese juicio contra ella -que no pudo llevar a cabo- al vecino Marruecos, la actual espera de Helena demuestra la deshumanización de ambos Estados (y cada vez más, sus sistemas judiciales) en materia de migraciones.

Maleno dejó su pueblo y cruzó a Tánger en 2002, con la realización de su documental en la cabeza, ya que en El Ejido había conocido el drama de miles de trabajadores inmigrantes, explotados entre la fruta y el plástico. No se imaginó que iba a quedarse tanto tiempo, ni que quince años después habría recibido tantos premios, al haberse transformado en una mediática defensora de derechos como la igualdad, la hermandad y la no violencia.

Tampoco, por supuesto, habría podido imaginar la parte más tenebrosa de esta historia de resistencia y lucha humanitaria: encontrarsependiente de declarar ante un tribunal de esa nación que, desde aquel viaje de 2002, se ha convertido en escenario de todos sus esfuerzos en favor de las personas migrantes.

Caminando fronteras es la red no gubernamental desde la que guía y protege a inmigrantes en enclaves españoles (Ceuta, Melilla) y marroquíes (Oujda, Tánger, Rabat). Mientras denuncia internacionalmente las agresiones y las deportaciones masivas de inmigrantes subsaharianos al desierto, su trabajo consiste en identificar los casos de trata y atenderles en sus necesidades (alojamiento, alimentación, sanidad… y escolarización normalizada, en el caso de los niños). Todo un reto para una Reina Maga que no pide regalos para arreglar lo suyo, sino que simplemente desea terminar con el racismo y sus juguetes. «Que la fraternidad de los pueblos no se manche con los discursos racistas, y que reconozcamos y demos el valor que merecen a los pueblos de la diáspora», escribe a Religión Digital.

Gracias, Helena, por arriesgarte tú para que los otros se recuperen de la violencia recibida. Por no olvidar, tampoco, a los que ya han perdido a alguien, no solo en algún naufragio. («Que las familias de víctimas de las fronteras encuentren la paz y tengan acceso a la verdad, la reparación, la justicia», has reclamado). Por recordarnos que el carácter de nuestros espacios -de inclusión o de exclusión- depende de nosotros, de cómo decidamos relacionarnos con quienes buscan refugio e «intentan la patera».

Reina Maga de la memoria, de los muertos en la playa del Tarajal. Reina Maga de los vivos, y su derecho a vivir sin perder la dignidad. Ella sabe que los de Oriente tienen todavía muchos daños que aliviar y muchos juegos que devolver, a ambos lados del alambre.
Natalia Peiro

La ‘Maga’ de los pobres y la inclusión

por Jesús Bastante

Natalia Peiro es la primera mujer en alcanzar la Secretaría General de Cáritas Española. El brazo social de la Iglesia, la gran ‘ONG’ de los cristianos en todo el mundo y que, en nuestro país, ha sido una de las principales tablas de salvación de los más afectados por la crisis: los parados crónicos, las familias desestructuradas. ‘Son personas, no números’, rezaba una de sus campañas.

Tras nueve años de mandato, Sebas Mora dejó Cáritas a finales de 2017 y, en un gesto de valentía, los obispos avalaron la decisión de la directiva de la institución de poner al frente, por primera vez en sus 70 años de historia, a una mujer. A una profesional preparada, experta en Cooperación Internacional y, como cuentan en la sede, «de la casa de toda la vida».

Entre 2009 y 2017, la Confederación Cáritas ha pasado de gestionar unos recursos de 230 millones de euros anuales a 358 millones en el último ejercicio. La implicación del voluntariado en las acciones de Cáritas ha crecido de manera pareja, desde los 60.000 voluntarios registrados al comienzo de su mandato a los casi 85.000 de 2016. Todo un trasatlántico de la solidaridad.

En una de sus primeras declaraciones, Natalia sueña con que los Reyes le traigan, nos traigan mejoras en «tres grandes ámbitos, que luego se concretarán en diferentes retos para nuestra acción».

Estos son: «La invisibilización de la pobreza y del rostro de las personas pobres tras tres años de recuperación económica; el miedo a las migraciones y el sentimiento de amenaza ante la llamada a las puertas de Europa – una Europa cristiana, en la que deberían primar los valores cristianos y el respeto a los derechos humanos – y la difícil apertura de nuestra sociedad al mundo fruto de estos discursos del miedo; y, por último, los nuevos retos para la inclusión de las personas: la precariedad laboral y la desigualdad».

Un trabajo difícil, para los Reyes Magos y para todos los que trabajan por una sociedad más justa. Pero absolutamente necesario, más que el oro, el incienso o la mirra. ¡Suerte!

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