¿Cuántas personas más tienen que morir para que la Unión Europea y sus estados aborden el problema de manera humana y eficaz?
Los gobiernos tienen la obligación de cumplir las leyes. Las personas que huyen de la guerra tienen derecho a buscar la protección internacional. No es solidaridad sino obligación legal. La ciudadanía tenemos una doble responsabilidad. Por una parte exigir a los gobernantes que cumplan con sus obligaciones. Ejercer la ciudadanía. Por otra parte, mantener una solidaridad sostenida. No solo la que se despierta a golpe de impacto mediático, sino la que se requiere cuando muchísima gente de buena voluntad quiere colaborar y ofrecer generosamente sus recursos. El reto es enorme pero no debe de sustituir a la responsabilidad pública sino completarla y transcenderla. Y conviene hacer una reflexión sobre las causas que empujan a tanta gente a arriesgarlo todo por salir de un entorno donde no se puede sacar adelante proyectos vitales.
Fácilmente encontraremos muchos ámbitos de políticas internacionales, económicas, comerciales… que hay que cambiar para dar la vuelta a la rampante desigualdad global.
JAVIER IGNACIO VIDEGAIN – Sábado, 18 de Noviembre de 2017 – Actualizado a las 06:10h