En Grecia, con un invierno habitualmente suave, fallecieron dos personas en los últimos días mientras se registraban temperaturas de hasta 15 grados centígrados bajo cero en el norte, y en Atenas los termómetros no subieron de cero. Varias islas, algunas con campos de refugiados, están cubiertas de nieve. En Lesbos amaneció completamente nevado el campo de refugiados de Moria, donde las ONG se quejan de que las autoridades de Atenas no proveen de los medios adecuados para que los migrantes puedan calentarse; una situación opuesta al de Kara Tepé, gestionado por el Ayuntamiento, donde las familias sí disponen de estufas. El ministro de Inmigración griego, Yannis Muzalas, aseguró que el Gobierno había completado la adaptación térmica de los campos.
La masa de aire polar estuvo a punto de acabar con la vida de 19 migrantes que habían logrado llegar al Estado alemán de Baviera en un camión. El traficante abandonó el vehículo en un estacionamiento al aire libre de una carretera cerca de la ciudad de Rosenheim. Con temperaturas de 20 grados bajo cero, los migrantes se atrevieron finalmente a pedir ayuda. La policía pudo así rescatar a 14 adultos y 5 niños.
Mientras, en Belgrado, más de un millar de migrantes que pretenden continuar su camino hacia el norte se niegan a ser alojados en centros oficiales y desafían las bajas temperaturas al aire libre o en edificios abandonados de la capital serbia.
Sin embargo, el país europeo que sufrió el mayor número de víctimas mortales por el temporal, con al menos una decena de fallecidos, fue Polonia, con temperaturas de menos 25 grados. Desde noviembre, el frío ha matado a 55 personas, a las que se suman otros 24 muertos por inhalación de monóxido de carbono de las estufas de carbón encendidas para hacer frente al frío.
Víctimas sin techo
Tres personas, dos de ellas sin hogar, fallecieron en la República Checa, que cerca de la frontera con Alemania, en Sumava, registró la temperatura más baja con 34 grados bajo cero. En Albania, otros dos sin techo perdieron la vida por el frío y decenas de pueblos quedaron bloqueados por la nieve. Rusia también tuvo que lamentar dos muertes. En Moscú, el sábado se registraron 29 grados bajo cero, la temperatura más baja en un 7 de enero en más de 100 años. Cerca de 12.000 personas se quedaron sin calefacción en Krasnogorsk, a las afueras de Moscú, con temperaturas de 25 grados bajo cero.
En Hungría, el frío ha causado la muerte de 80 personas hasta finales de diciembre, frente a los 45 del año anterior, según informa la ONG Foro Social Húngaro. Los servicios de meteorología advirtieron de que durante esta semana los termómetros marcarán hasta 24 grados bajo cero.
En Italia murieron por el temporal al menos ocho personas hasta el sábado, la mayoría personas sin techo. Dos de las víctimas eran polacas, una rumana, otra de India y el resto italianas, entre ellas una mujer que sufrió una caída mortal al resbalar por el hielo. Además, un hombre de 81 años enfermo de Alzheimerfue hallado muerto por hipotermia en Capriano, al norte de Milán.
Italia también registró numerosos problemas en las vías de comunicación. Los colegios del sur no abrirán sus escuelas hoy, el tráfico marítimo entre el continente y las islas se ha cancelado y el frío ha congelado hasta el agua de las fuentes en Roma. Los termómetros descendieron a menos 17,4 grados en la zona montañosa próxima a Génova, y marcaron 14 grados bajo cero en Cascia (centro) o menos 10 de Accumoli, ambas en la región golpeada por los terremotos que causaron casi 300 muertos en agosto. La situación en las áreas afectadas por los seísmos es especialmente complicada por la nieve.
El frío en Alemania, con hasta menos 31,4 grados, convirtió cientos kilómetros de carreteras en pistas de patinaje sobre hielo. Las regiones más afectados fueron Renania del Norte Westfalia y Baja Sajonia, donde en Braunlage unos jóvenes aprovecharon el hielo para hacer derrapes con el coche y atropellaron a dos mujeres. Una resultó herida de gravedad.