Denuncian que España expulsó ayer a 104 subsaharianos en contra de la legalidad nacional e internacional

Un joven subsahariano permanece, ayer, encaramado a la valla fronteriza de Ceuta con Marruecos bajo la vigilancia de guardias civiles españoles. REUTERS

Un joven subsahariano permanece, ayer, encaramado a la valla fronteriza de Ceuta con Marruecos bajo la vigilancia de guardias civiles españoles. REUTERS

Juristas y ONG censuran una «masiva devolución en caliente» en la valla de Ceuta, donde guardias civiles entregaron a los inmigrantes a Marruecos sin identificarlos ni escucharlos «obviando la posibilidad de refugio o asilo»

Interior admite en una nota haber «rechazado» al centenar de jóvenes, que habían intentado el salto de forma «extremadamente violenta y organizada»

  • RAFAEL J. ÁLVAREZ ( Noticia del mundo.es)

Cerca de 1.100 inmigrantes del África subsahariana intentaron entrar en España ayer a través del perímetro fronterizo de Ceuta, 500 de ellos llegaron hasta las inmediaciones de la valla y 106 se encaramaron a la alambrada coronada de cuchillas, aunque ninguno logró saltar a territorio nacional. Tras varias horas en la cima de los seis metros de altura del vallado, las Fuerzas de Seguridad conminaron a los migrantes a descender e incluso usaron grúas para ello. Ya en el suelo, el centenar de jóvenes fue atendido por Cruz Roja, dos de ellos trasladados al hospital y el resto, 104, inmediatamente «rechazado» hacia Marruecos, según admitió ayer el Gobierno español, algo que colectivos humanitarios y juristas califican de «masiva devolución en caliente», medida contraria a la legalidad nacional e internacional.

Naciones Unidas, el Consejo de Europa, profesores y catedráticos de Derecho, ONG, partidos políticos y hasta el Congreso de los Diputados -que ha pedido la derogación de la llamada ley mordaza, recurrida ante el Tribunal Constitucional– han reclamado con insistencia en los últimos años el fin de las devoluciones sumarias. Sigue leyendo

Cáritas, CONFER y Justicia y Paz reclaman una política de fronteras basada en los principios humanitarios

caritas-ceuta-780x600Las entidades de acción social de la Iglesia en España —Cáritas, CONFER y Justicia y Paz— que integramos la red intraeclesial “Migrantes con Derechos” y que estamos presentes en ambos lados  de la  frontera de Ceuta expresamos nuestro dolor por los sucesos ocurridos en la madrugada del 1 de enero en el perímetro de la valla fronteriza entre la Ciudad Autónoma de Ceuta y Marruecos.

Consideramos que las medidas y actuaciones adoptadas en torno a la frontera únicamente consiguen incrementar aún más si cabe el sufrimiento, dolor y muerte de las personas migrantes y de los solicitantes de protección internacional.

Crece nuestra impotencia ante las esperanzas truncadas de estas personas, que, en su penosa travesía de miles de kilómetros por el corazón de África, llevan a sus espaldas un largo historial de abusos, agresiones y precariedad extrema, mientras esperan la ocasión de llegar a Europa en busca de un futuro de dignidad y derechos para ellos y sus familias.

Necesitamos un modelo de gestión de fronteras que no se centre únicamente en temas de seguridad, sino que también se comprometa con el respeto a la vida, la integridad personal y los derechos humanos. Es urgente, por ello, que todos nos preguntemos qué es lo que está fallando a la hora de articular una política de fronteras basada en los principios humanitarios y capaz de garantizar vías de acceso seguras a las personas que huyen de la miseria y la violencia que asola sus países.

Reiteramos nuestro rechazo a las devoluciones sumarias. Apelamos, en este sentido, al dictamen del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que ya en 2015 advirtió que la enmienda a la Ley de Extranjería aprobada en su día no avala las devoluciones automáticas, además de recordar el imperativo formulado para que España cumpla en esta materia sus obligaciones internacionales con el respeto a los derechos humanos.

No queremos acostumbrarnos al inmenso sufrimiento humano del que somos testigos a diario en las vidas de tantas personas que siguen llegando desde África y que intentan acceder a Europa en busca de una vida segura y digna. Hacemos un llamamiento a la comunidad cristiana y a toda la ciudadanía para mantenerse alerta ante las causas de esta sangrante realidad humana y trabajar juntos para evitar esta inhumanidad del alambre, y para que su dolor y sufrimiento no se conviertan en una rutina deshumanizadora.

Nuevamente recordamos la exhortación del Papa Francisco ante el Parlamento Europeo: “Europa será capaz de hacer frente a las problemáticas asociadas a la inmigración si es capaz de proponer con claridad su propia identidad cultural y poner en práctica legislaciones adecuadas que permitan tutelar los derechos de los ciudadanos europeos y de garantizar al mismo tiempo la acogida a los inmigrantes“.

(Cáritas)

 

El arzobispo de Tánger denuncia dos muertos y un herido grave tras el último salto a la valla de Ceuta

«En esta guerra de la iniquidad contra los pobres, las armas más poderosas son la censura y la mentira»

Jesús Bastante, 03 de enero de 2017 

Un grito se oye en Beliones, llanto y lamentos grandes; África llora por sus hijos y rehúsa el consuelo, porque ya no viven»

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El Papa con Agrelo

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Santiago Agrelo se manifiesta a favor de los refugiados

 (Jesús Bastante).- «Te lo decía, que nos estaban hurtando la verdad; aunque no podía imaginar qué verdad intentaban ocultar: dos muertos y uno para quien el mundo ya nunca será como era«. El arzobispo de Tánger, Santiago Agrelo, denunció ayer que el salto de la valla de Ceuta que llevaron a cabo doscientos inmigrantes en Nochevieja se saldó con dos víctimas mortales.

En un escrito publicado en su perfil de Facebook, el prelado señala cómo, aunque «el Gobierno acusa a los subsaharianos de haber actuado de forma extremadamente violenta y organizada», él mismo ha podido comprobar que se trata de «chicos a los que jamás vi armados de nada más que de hambre, frío y suciedad«.

Agrelo, que subió a Beliones (lugar en el que se congregan los inmigrantes ilegales antes de acometer el salto a las concertinas), denuncia «el fondo de un mundo que a todos se nos oculta suben las sombras: ha habido dos muertos, uno de Camerún, otro de Guinea Conakry; y un chico de Camerún ha perdido un ojo».

 

«Un obispo no puede dejar que le roben la alegría. Me lo dice hoy el papa Francisco y me lo ha dicho siempre mi fe«, subraya el arzobispo de Tánger, quien desvela su oración con la Virgen después de los hechos:»Te lo decía, que nos engañaban, que tus hijos no tienen barras de hierro para amenazar a nadie; que hace falta mucha fatalidad para que alguien, que justamente va protegido de pies a cabeza, pierda un ojo por una pedrada. Te lo decía, que nos estaban hurtando la verdad; aunque no podía imaginar qué verdad intentaban ocultar: dos muertos y uno para quien el mundo ya nunca será como era».

«En esta guerra de la iniquidad contra los pobres, las armas más poderosas son la censura y la mentira«, concluye el prelado. «Un grito se oye en Beliones, llanto y lamentos grandes; África llora por sus hijos y rehúsa el consuelo, porque ya no viven».

Éste es el escrito-denuncia de monseñor Agrelo:
La censura y la mentira: armas contra los pobres.

1 de enero de 2017:
La noticia de Público rezaba así:
«El Gobierno acusa a los subsaharianos de haber actuado de «forma extremadamente violenta y organizada».» (La Delegación del Gobierno en Ceuta) «ha explicado que «si bien las heridas de los agentes de la Guardia Civil no revisten gravedad, en el caso de algunas de las que afectan a las fuerzas marroquíes presentan mayor importancia, habiendo incluso uno de ellos perdido un ojo como consecuencia del impacto de una piedra», según la nota.»

2 de enero de 2017:
Subo a Beliones. Reparto de alimentos entre unos chicos a los que jamás vi armados de nada más que de hambre, frío y suciedad.
Mi compañero pregunta por lo que está pasando en la frontera… Y del fondo de un mundo que a todos se nos oculta suben las sombras: ha habido dos muertos, uno de Camerún, otro de Guinea Conakry; y un chico de Camerún ha perdido un ojo.

«Un grito se oye»:
Un obispo no puede dejar que le roben la alegría. Me lo dice hoy el papa Francisco y me lo ha dicho siempre mi fe.
Así que, mientras la familia sale de la ciudad con su acompañamiento de hambrientos, de mutilados y de muertos, me limito a comentar con la Madre los hechos del día: _Te lo decía, que nos engañaban, que tus hijos no tienen barras de hierro para amenazar a nadie; que hace falta mucha fatalidad para que alguien, que justamente va protegido de pies a cabeza, pierda un ojo por una pedrada. Te lo decía, que nos estaban hurtando la verdad; aunque no podía imaginar qué verdad intentaban ocultar: dos muertos y uno para quien el mundo ya nunca será como era.
En esta guerra de la iniquidad contra los pobres, las armas más poderosas son la censura y la mentira.
«Un grito se oye en Beliones, llanto y lamentos grandes; África llora por sus hijos y rehúsa el consuelo, porque ya no viven»

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Cáritas apuesta por la solidaridad como clave para acoger a refugiados y migrantes vulnerables en la frontera sur

migrantes-con-derechos20 de diciembre, Día Internacional de la Solidaridad Humana

Redacción, 20 de diciembre de 2016 Periodistadigital.com

(Cáritas).- Hoy, 20 de diciembre, se celebra el Día Internacional de la Solidaridad Humana, una jornada que coincide en el tiempo con la Campaña de Navidad de Cáritas Española, que en esta edición lleva como lema «Llamados a ser Comunidad», y que, además, tiene lugar sólo dos días después del Día Internacional del Migrante, que tuvo lugar ayer.

El calendario conmemorativo del mes de diciembre ofrece la oportunidad de sumar, en apenas una semana, tres citas de fuerte contenido celebrativo y reivindicativo, en las que Migración y Solidaridad confluyen con la fiesta de la Natividad de Jesús, un acontecimiento histórico que mantiene toda su actualidad y del que son protagonistas una familia humilde que no tiene sitio en la posada y que se verá empujada camino del exilio con su hijo recién nacido en brazos.

Cáritas quiere aprovechar esta circunstancia para lanzar un llamamiento específico a vivir la solidaridad con las personas refugiadas y migrantes que estos días siguen arriesgando sus vidas, a bordo de embarcaciones precarias en aguas del Atlántico y del Mediterráneo, para buscar un futuro de justicia y dignidad en nuestro país.

Es una oportunidad para toda la sociedad y el conjunto de los poderes públicos vincular las exigencias que plantea la migración en el momento presente con la fuerza que aportan la solidaridad y el sentido de una Navidad que, como propone la campaña institucional de Cáritas, nos «llama a ser comunidad», a aprender a vivir en común en la misma casa, en la Tierra común que nos acoge a todos.

Practicar la solidaridad humana en este Día Internacional supone responder a una opción personal por cuidar a las personas y cuidar la Creación, pilares fundamentales para superar la pobreza y para lograr una convivencia en paz, en justicia y dignidad para todos. Y ejercer la solidaridad sobre la realidad diversa y enriquecedora, pero también dramática, de las personas que hoy se ven forzadas a migrar, reclama de todos superar prejuicios y estereotipos para hacer posible el encuentro y el diálogo con los demás. Sólo así podemos tomar conciencia de nuestra pertenencia a una misma familia humana.

En la nota hecha pública el pasado viernes con motivo del Día Internacional del Migrante, Cáritas reivindicaba los esfuerzos de muchos, en especial de nuestra Iglesia, por construir un mundo en paz, basada en el reconocimiento del «otro» como un ser humano que ha de ser acogido con hospitalidad.

Por ese motivo, a caballo de las celebraciones de las jornadas del Migrante y de la Solidaridad Humana, la Confederación Caritas apuesta por fortalecer su compromiso con la acogida solidaria, en todas las parroquias y Diócesis, con los refugiados y migrantes más vulnerables que llegan a nuestro país, especialmente a través de la Frontera Sur.

Todas las Cáritas con territorios ribereños del Mediterráneo y del Atlántico lideran esta apuesta solidaria a través de numerosos proyectos de acogida y acompañamiento.

En Cáritas Sevilla, por ejemplo, el Proyecto Nazaret y su red de cuatro pisos tutelados ofrecen, junto a la acogida a las familias y personas migrantes, servicios de orientación para la adquisición de habilidades sociales necesarias para desenvolverse en el nuevo contexto de la sociedad receptora, y que van desde el aprendizaje del idioma a la preparación para el empleo.

Cáritas Málaga, tanto en el territorio peninsular como en Melilla, desarrolla también una intensa labor de acogida, tanto a través de sus pisos de inserción socio-laboral como de proyectos específicos para inmigrantes: cursos de alfabetización y clases de español, apoyo de logopedia, clases de informática, apoyo escolar y espacios de encuentro.

En Granada, el proyecto Mirlo de Cáritas ofrece enseñanza básica del idioma a inmigrantes llegados de otros países, mientras que a través del Piso de Acogida a Inmigrantes Subsaharianos (PAIS) se cubren las necesidades básicas de alojamiento y manutención de las personas migrantes, además de impulsar un proceso de inserción que ayude a su regularización jurídica e integración social y laboral. Cáritas Granada completa su trabajo de acogida a inmigrantes con el Proyecto Interparroquial de Motril para mantener y reforzar la red de atención social y educativa de la población inmigrante residente en la comarca y litoral granadino.

Además del trabajo intenso de acogida y acompañamiento que Cáritas Almería lleva a cabo desde las Cáritas Parroquiales del Campo de Níjar y El Ejido, tiene dos proyectos dirigidos específicamente a inmigrantes: un servicio de atención a personas migrantes en Almería para proporcionarles acogida básica y actividades de formación para facilitar su integración; y un proyecto de intervención en asentamientos con población migrante en el Poniente almeriense, sujetos a unas condiciones de vida infrahumanas y lejos del cumplimiento de muchos de sus derechos básicos.

Una acción similar de acogida y acompañamiento a núcleos de población inmigrantes en condiciones de extrema vulnerabilidad es la que desarrolla también Cáritas Huelva, dentro de un Programa de Inmigrantes que cuenta con una larga trayectoria de acogida e inserción.

En la Diócesis de Cádiz y Ceuta, en 2015 se estableció una Mesa Diocesana de Atención y Acogida a los Refugiados para acompañar esta realidad y articular diversos servicios de acogida, acompañamiento e inserción a las personas migrantes y refugiadas en todo el territorio de la diócesis. Esta Mesa está formada por las delegaciones diocesanas de Pastoral de Migraciones y Cáritas, la CONFER (Conferencia Española de Religiosos), la Fundación Centro Tierra de Todos y la asociación Cardijn.

Cáritas Asidonia-Jerez impulsa la acogida e integración de migrantes y refugiados a través de toda su red parroquial, además de apoyar proyectos que se desarrollan en coordinación con otras instituciones y canalizar los itinerarios personalizados de inserción laboral de estas personas a través del SEROL (Servicio de Orientación Laboral de Cáritas).

Por su parte, las Cáritas de Canarias y de Tenerife añaden, a su importante dimensión de acogida y acompañamiento a los migrantes y refugiados que llegan al archipiélago, una labor pionera de trabajo en red con las Cáritas de los países subsaharianos de donde proceden muchos de las personas que llegan a las costas canarias, como es el caso de Mauritania y Senegal, y cuyo principal objetivo es incidir en las causas de la migración desde los puntos de origen o de tránsito.