Rescatados 100 inmigrantes en tres pateras en el Estrecho

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Salvamento Marítimo ha auxiliado a tres pateras, a bordo de una viajaban ocho menores

El PaísJesús A. Cañas10-12-2017

Otra madrugada aciaga en el Estrecho de Gibraltar en un 2017 que será recordado por el fuerte incremento de la llegada pateras a España. Hasta 100 personas, ocho de ellas menores de edad, han sido rescatadas en el lapso de cinco horas en las inmediaciones de las costas de la provincia de Cádiz. Viajaban a bordo de tres pateras y han sido auxiliadas gracias a Salvamento Marítimo y la Guardia Civil.

El operativo comenzó a las 2.30 de la madrugada, según han precisado desde Salvamento Marítimo. A esa hora, los técnicos recibieron un aviso de los servicios de vigilancia del Estrecho de la Guardia Civil que alertaban de la presencia de una embarcación en el mar. Una hora después, el buque clase guardamar Concepción Arenal consiguió dar con la patera. A bordo viajaban 53 personas, todos de origen marroquí y, entre ellas, ocho menores, según ha precisado Cruz Roja a la agencia Europa Press.

Sin embargo, la noche de rescates no terminó ahí para Salvamento Marítimo. En torno a las 6.17 de la mañana recibieron otro aviso de la Benemérita que alertaba de la presencia de otra patera. A las 7.15, la Concepción Arenal encontró a 22 personas a bordo de una embarcación, todos ellos varones.

Antes de llegar a tierra, la guardamar acudió además a la llamada de una patrullera de la Guardia Civil que precisaba ayuda en el auxilio de otra embarcación en la que viajaban 25 personas. Una vez realizado el transbordo de las personas, Salvamento ha llevado a tierra a los 47 rescatados. Todos los inmigrantes localizados esta madrugada han sido trasladados al puerto de Barbate. Allí, técnicos de Cruz Roja se han encargado de darles una primera atención médica, proporcionarles alimento y ropa seca.

Ya en la pasada madrugada del viernes al sábado, la misma guardamar de rescate, intervino en el auxilio de otras 36 personas. Fue a bordo de dos pateras, en la primera viajaban 18 varones, que fueron desembarcados en el puerto barbateño sobre las 2.45 horas de la madrugada. De la segunda embarcación, los técnicos de Salvamento rescataron a otros 18 náufragos, 17 hombres y una mujer, que llegaron al mismo puerto a las 7.35 horas del pasado sábado.

Este año 2017 está siendo especialmente complicado tanto en el Estrecho como el Mar de Alborán. De hecho, solo en el Estrecho se ha registrado la mayor llegada de pateras de los últimos diez años, según datos de Cruz Roja, encargada de la primera atención a los inmigrantes. Hasta octubre, la organización atendió 5.136 personas en la provincia de Cádiz. A falta de cerrar nuevas cifras oficiales, las estimaciones de los técnicos de Cruz Roja ya elevan la cifra a más de 6.000 personas, tras un mes de noviembre que ha sido más intenso de lo habitual.

Las ONGs como Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH – A) advierten que este incremento se debe a un cambio de las pautas migratorias, dada la mayor presión que se está realizando contra el movimiento de pateras en la ruta migratoria de Libia. Eso ha provocado que, a lo largo de este año, se vivan días de rescates especialmente intensos. El pasado 16 de agosto se rescataron 599 personas de 15 pateras y dos motos de agua en la zona del Estrecho y el Mar de Alborán. De ellas, 22 eran menores de edad y un bebé, entre la zona del Estrecho y el Mar de Alborán.

Además, desde APDH – A vaticinan que la tendencia al alza seguirá en los meses futuros. De momento, la agencia europea de fronteras Frontex calcula que, hasta el pasado mes de septiembre, llegaron a España por la denominada ruta del Mediterráneo Occidental 13.831 personas, mayoritariamente marroquíes (3.167), seguidas de originarios de Costa de Marfil (2.446) y de Guinea (1770).

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LA INMIGRACIÓN HACIA LA UE SE VIGILA DESDE MADRID

El Centro de Satélites europeo (SatCen), que depende del Consejo, cumple 25 años vigilando las fronteras europeas desde la base militar de Torrejón de Ardoz

Casi un millón de sirios, iraquíes y afganos (principalmente) que entra en pocos meses a la UE por el mar Egeo; otros cientos de miles que se juegan la vida cruzando el Mediterráneo desde Libia, en lo que ya es la ruta migratoria más mortífera del mundo; mafias que cuelan a los migrantes a través de los Balcanes; caravanas de familias en ruta por el desierto del Sáhara… La inmigración se ha convertido en los últimos años en un debate central en los despachos de Bruselas, y el Centro de Satélites de la UE (SatCen) —que depende de los Estados miembros— el mejor sitio para observarla. Desde un edifico cualquiera en medio de la base militar de Torrejón de Ardoz, en Madrid, se controla todo lo que sucede fuera de las fronteras de la UE y a todos los que intentan penetrar en ella. La UE vigila desde Madrid.

“El SatCen son ojos para la UE”, describe Pedro Serrano, vice secretario general de política exterior comunitaria. Unas 130 personas, militares y civiles, de más de 20 países trabajan desde hace 25 años bajo celosas condiciones de privacidad para vigilar cualquier movimiento fuera de la UE. A la entrada hay que poner el móvil en modo avión o apagarlo para evitar la transmisión de cualquier información considerada “sensible”, entre otras medidas.

CUANDO SE INTENTA PONER MAYOR CONTROL A LA INMIGRACIÓN EN ALGUNOSLUGARES, El RIESGO ES QUE INMEDIATAMENTE [LOS MIGRANTES Y LAS MAFIASENCUENTREN VÍAS ALTERNATIVAS» PEDRO SERRANOVICE SECRETARIO GENERAL DE POLÍTICA EXTERIOR DE LA UE
Aquí, las protagonistas son las pantallas que recogen datos geoespaciales e imágenes de satélites comerciales y de algunos Gobiernos (como de EE UU) y que puedan ayudar a predecir las crisis. “Hay que tener una visión a futuro”, explica el director, el francés Pascal Legai. Lo que se intenta es adelantarse y prepararse para una situación, más que responder a ella. Es alertar de que cientos de migrantes cambian de rumbo desde Libia a Argelia —como está sucediendo— y así poner en guardia a las autoridades pertinentes. “Cuando se intenta poner mayor control a la inmigración en algunos lugares, el riesgo es que inmediatamente [los migrantes y las mafias] encuentren vías alternativas”, explica Serrano. Los movimientos de personas por todo el Sahel están en constante cambio y el SatCen ayuda a identificar cuáles son y por dónde se están desviando los flujos migratorios, continúa negándose a detallar esas nuevas rutas.

Imágenes satélites de infraestructuras críticas dañadas en Iraq en 2016.Imágenes satélites de infraestructuras críticas dañadas en Iraq en 2016. SATCEN
A pesar de que su mandato es vigilar lo que sucede en todo el mundo excepto en la UE, el SatCen también puede enfocar los satélites hacia dentro de un Estado miembro si este lo pide. Es el caso de España, donde el SatCen ve casi a tiempo real (en una hora) lo que sucede en Ceuta y Melilla, dice el portugués Adriano Baptista, jefe de la división de operaciones y con un pasado profesional en Inteligencia. Pero además, “cuando los datos no existen, se pueden encargar y tardarán unas 24 horas en llegar”, continúa. Es decir, un cliente del SatCen —como la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), la ONU, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y un Gobierno de la UE, entre otros— puede solicitar información sobre un punto concreto en el globo terráqueo del que no se hayan recogido datos y el centro hará la petición para que el satélite gire y capte las imágenes solicitadas. Una suerte de espionaje a la carta. De hecho, “la competencia es feroz”, coinciden entre carcajadas los directivos de la instalación entre los cuales no se encuentra ni una sola mujer.

España es el quinto país que más aporta a este centro por detrás de Alemania, Francia, Reino Unido e Italia

“El SatCen nos permite físicamente ver lo que está ocurriendo en teatros que afectan a la seguridad de Europa y, lo que es más importante, explicar lo que estamos viendo. El análisis de las imágenes”, explica Serrano. Para él, la situación en el este de Ucrania y la inestabilidad en el Sahel —especialmente en Libia donde, a pesar de que “la herida [del conflicto] esté abierta, la UE está muy activa”— se antojan “desafíos” para el proyecto común. La vigilancia es constante y el SatCen analiza fotografías en las que el objeto más pequeño mide 30 centímetros. Suficiente para identificar fábricas caseras de gomones y barcazas de madera a lo largo y ancho de todo el Sahel, flujos migratorios cambiantes y centros donde los migrantes, en su mayoría subsaharianos aunque cada vez más asiáticos, son hacinados a la espera de poder embarcar rumbo a la UE. Pero ninguna imagen comprometida se puede ver.

La información que entra en este centro es totalmente confidencial y sólo se la pueden dar a sus clientes. Las decisiones que tome Bruselas basándose en las imágenes “son políticas”, repite Legai. El SatCen es simplemente un facilitador de datos que no entra en en la polémica sobre el control de fronteras, la destrucción de pateras o la persecución de mafias de inmigrantes, aunque sí que ofrece un “apoyo especial” a la operación de Inteligencia y antimafia de la UE que opera frente a las costas libias: Sophia.

The New Arrivals

Cuatro millones de inmigrantes han llegado a España en dos décadas en avión, en patera o saltando la valla. Más de un millón de personas pidieron asilo en Europa el año pasado. EL PAÍS cuenta, en un proyecto de 500 días con los diarios The Guardian, Der Spiegel y Le Monde, cómo se adaptan estos nuevos europeos y cómo Europa se adapta a ellos. Una mirada a un fenómenos que está transformando España y el continente
El SatCen tiene un presupuesto total de 26 millones de euros en 2017, algo que se antoja “insuficiente”. El director Legai ha pedido a los Estados un incremento del 13% para el año que viene y se presume se cumplirá. “Hasta ahora nos han dado siempre la cantidad que hemos pedido”, asegura en un inglés afrancesado. La Comisión Europea aporta 13 millones al SatCen, mientras que los Estados miembros aportan, según su PIB, el otro 50%. España es el quinto país que más dinero destina a este centro por detrás de Alemania, Francia, Reino Unido e Italia. Reino Unido, después del Brexit, “seguirá colaborando como tercer país”. Es la única manera de no perder una de sus mayores contribuciones.

La crisis migratoria es una de las seis áreas del SatCen —militar, contingencia, humanitaria, armas de destrucción masiva, infraestructuras críticas y crimen generalizado y vigilancia— que más recursos requiere y ha aumentado tanto el interés por entender los flujos de personas que el SatCen ha creado un equipo permanente que sólo se dedica a ello. El centro acaba de renovar su acuerdo trienal con Frontex (la Agencia de control de Fronteras Exteriores de la UE), con la que comparte información constantemente.

EVITAR LIBIA
B. D. C (MADRID)
La nueva estrategia de la UE para hacer frente a la inmigración irregular es, primero, tratar de que los migrantes eviten pasar por Libia; y segundo, fomentar los denominados retornos.

Hace unos días, la ONU, a través de su Comisionado para los refugiados (Acnur), asistió a una veintena de migrantes para que volvieran a Níger desde Libia con el objetivo de que, desde allí, solicitasen el asilo de una forma legal y de que no cayesen en manos de los traficantes. Fueron 25 personas, pero el objetivo es que se convierta en la línea general migratoria para unos 40.000 inmigrantes en 2018. Serrano insiste en que lo más importante es que los refugiados mantengan su derecho al asilo y defiende que si retornan a Níger, el examen caso por caso de las solicitudes de protección será mucho mejor.

La UE también quiere fomentar que los inmigrantes que se encuentran en suelo comunitario en situación irregular retornen a sus países de origen.

-¿Deportaciones?

-No, responde Serrano contundentemente. “Es una de las formas eficaces de explicarles a los inmigrantes irregulares de que tienen que usar vías legales y de quitarle a las organizaciones criminales el control sobre la desesperación de la gente”, cierra.

Migración: “Oportunidad para construir la paz, no una amenaza”

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108ª Sesión del Consejo de la Organización Internacional para las Migraciones

(ZENIT – 1 Dic. 2017).- El jueves, 30 de noviembre de 2017, se celebró la 108ª Sesión del Consejo de la Organización Internacional para las Migraciones.

Ofrecemos el texto completo del discurso de Mons. Ivan Jurkovič, Observador permanente de la Santa Sede en la Organización de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales en Ginebra.

Discurso de Mons. Ivan Jurkovič

Señora Presidenta:

El comienzo de este tercer milenio se caracteriza claramente por el mayor movimiento migratorio de personas en la historia, que, en términos de origen, tránsito y destino, abarca casi todas las partes del mundo. La migración es un signo de los tiempos y una de las fuerzas más poderosas que dan forma a la vida económica, social, política y cultural.

Si bien es importante respetar los intereses legítimos de los Estados, el Papa Francisco alienta a que la migración se considere con confianza, como una oportunidad para construir la paz, y no como una amenaza, “dentro de los límites permitidos por una correcta comprensión del bien común”. Insta a que todos aquellos que huyen del conflicto, el hambre, la discriminación, la persecución, la pobreza extrema, los desastres naturales y la degradación ambiental sean recibidos y protegidos.

A pesar de las diferentes motivaciones y, a menudo, las causas coercitivas, todos los migrantes y refugiados generalmente tienen en común un factor que subyace a la decisión de abandonar su patria y, a menudo, a sus familiares y amigos, es decir, una absoluta necesidad. De hecho, los inmigrantes “desean una vida mejor y, con frecuencia, tratan de dejar atrás la ‘desesperanza’ de un futuro poco prometedor”.

La Santa Sede comparte la preocupación sobre el papel cada vez más importante que desempeñan la degradación ambiental y los desastres naturales en la configuración del movimiento de los pueblos. Dado que todo y todos están estrechamente conectados, “nuestra falta de respuesta a estas tragedias que involucran a nuestros hermanos y hermanas señala la pérdida de ese sentido de responsabilidad para nuestros semejantes en los que se basa toda la sociedad civil”.

A este respecto, el Papa Francisco hace un llamamiento a la comunidad política, la sociedad civil y las instituciones religiosas para que unan sus fuerzas y ofrezcan una respuesta compartida a las complejidades del fenómeno de la migración moderna. Esto se resume en un documento que la Santa Sede ha presentado como una contribución oficial a los procesos que conducen a los dos Pactos Globales con cuatro verbos:

  • Primero, para dar la bienvenida. Necesitamos un cambio de actitud, superar la indiferencia y contrarrestar los temores con un enfoque generoso de dar la bienvenida a quienes llaman a nuestras puertas y ofrecerles un refugio decente y apropiado, seguridad personal y acceso a servicios básicos, independientemente de su estado. Al salvaguardar los derechos fundamentales y la dignidad de cada migrante, esto incluye soluciones creativas y opciones más amplias para ingresar a los países de destino de manera segura y legal, y para repatriarse, normalmente de manera voluntaria, en condiciones justas y seguras.
  • Segundo, para proteger. Defender los derechos inalienables de las personas vulnerables a la explotación, el abuso y la violencia, garantizar sus libertades fundamentales y respetar su dignidad son deberes de los que nadie puede estar exento.
  • Tercero, para promocionar. El desarrollo es un derecho innegable de todo ser humano. La promoción del desarrollo humano integral de los migrantes y sus familias comienza con sus comunidades de origen, es decir, el derecho a encontrar en su propia patria las condiciones necesarias para vivir una vida digna. En los países de destino donde los migrantes pueden ganarse la vida, en condiciones justas y libres, y se garantiza el acceso a la educación y la atención básica de salud de los menores migrantes, enriquecen tanto a sus comunidades de acogida como a las de origen.
  • Cuatro, para integrarse. La integración, que no es ni asimilación ni incorporación, no es la superposición de una cultura sobre otra, ni el aislamiento mutuo, con el riesgo insidioso y peligroso de crear guetos. Es un proceso bidireccional, arraigado esencialmente en el reconocimiento conjunto de la cultura, la riqueza cultural de los demás.

En conclusión, mi Delegación comparte la convicción de que los Pactos Globales no deberían ser la línea de llegada, sino un nuevo comienzo para la familia humana, basado en una ética más universal y sólida que valora el bienestar de toda la humanidad y de cada persona. Solo de esta manera seremos capaces de cosechar los verdaderos beneficios de la migración internacional.

Gracias, Señora Presidenta.

EEUU se retira del Pacto Mundial de la ONU sobre migración y refugiados

Estados Unidos anunció este sábado su retiro de un Pacto Mundial de la ONU sobre protección de migrantes y refugiados por considerarlo «incompatible» con su política migratoria.

«Hoy, la misión estadounidense ante la ONU informó a su secretario general que Estados Unidos terminará con su participación en el Pacto Mundial sobre la Migración«, señaló la representación de Washington en un comunicado.

Los 193 miembros de la Asamblea General de la ONU aprobaron en setiembre de 2016 la Declaración de Nueva York con el propósito de mejorar la protección y gestión de los movimientos de migrantes y refugiados.

La declaración le concedió un mandato al Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados para proponer a la Asamblea General en 2018 un pacto mundial que tendría dos ejes: definiciones de respuestas ante el problema y un programa de acción.

«La declaración de Nueva York abarca muchas disposiciones que son incompatibles con las políticas estadounidenses de inmigración y refugiados y con los principios dictados por la administración Trump en materia de inmigración», dice el comunicado de la misión estadounidense ante la ONU. «En consecuencia el presidente Trump decidió detener la participación de Estados Unidos en la preparación del pacto que apunta a obtener un consenso en la ONU en 2018», se añade.

Las autoridades de la ONU no respondieron de inmediato a los pedidos de comentarios ante la decisión estadounidense.