Desde el pasado jueves más de 200 inmigrantes, en su mayoría ciudadanos sudaneses y etíopes, intentan pasar a Francia desde la localidad italiana de Ventimiglia.La policía les ha impedido seguir protestando frente al puesto fronterizo y, tras días de polémica, las autoridades italianas se han movilizado para crear improvisados campamentos de refugiados.
Una situación similar se vive en Roma, donde el Ayuntamiento y la Cruz Roja han levantado una gran tienda de campaña con capacidad para 150 personas.
En las inmediaciones de la estación de tren de Tiburtina, centenares de inmigrantes esperan la oportunidad de poder viajar a países como Alemania o Francia.
“Son personas en tránsito. Esta es una nueva definición. Según la ley son invisibles, pero desde el punto de vista humanitario no lo son. Para nosotros, simplemente son personas y estamos tratando de responder a sus necesidades”, señala Flavio Ronzi, portavoz de la Cruz Roja.
Otros 400 inmigrantes llevan días durmiendo en la estación Central de Milán.
Se supone que este bloqueo es producto del cierre del espacio europeo de Schengen establecido por la ya finalizada Cumbre del G7 celebrada en Alemania.
Está previsto que este lunes se reabran las fronteras. Queda por ver qué suerte les deparará a los centenares de inmigrantes bloqueados en Italia.