El Mundo. Isabel F. Lantigua. 15/09/2016
España sólo ha cumplido con el 1% de su compromiso para reubicar a refugiados
Radiografía del refugiado que pide asilo en España
Cada minuto, 24 personas son obligadas a escapar de sus casas. Los conflictos han provocado la huida de 65,3 millones de personas en todo el mundo, una cifra superior a la de la II Guerra Mundial. De ellos, 19,3 millones son refugiados y 40,8 millones son desplazados internos. De ser un Estado, el de los refugiados ocuparía la posición 21 en la lista de países más poblados del mundo. Números que, aunque conocidos, no dejan de ser impactantes.
¿Qué ha hecho España ante la magnitud de esta crisis? En vez de promover vías de tránsito seguras y legales para que la gente no tenga que arriesgar su vida escapando de la muerte, «ha optado por mirar hacia otro lado y dar la espalda a esta realidad», afirma José María Vera, director general de Oxfam Intermón. Hasta la fecha sólo han llegado al país 480 refugiados -201 reubicaciones (de las 15.888 que prometió) y 279 reasentamientos (de los 1.499 apalabrados)-. Es decir, el Gobierno sólo ha cumplido con el 1% del objetivo que se fijó para reubicar a refugiados y con el 18% del objetivo de reasentamientos.
Desde el Ministerio del Interior explican a EL MUNDO que este bajo porcentaje se debe «a problemas burocráticos en los países de salida de esos desplazados, como ha explicado el ministro en infinidad de ocasiones». Sin embargo, desde Oxfam destacan que «la burocracia no puede ser una excusa, que los Gobiernos se pasan la bola unos a otros pero lo que esconden es una falta de voluntad política escandalosa». Además, Vera indica que «la parálisis institucional de los últimos meses resulta inaceptable como excusa cuando estamos hablando de la muerte de personas. Si quieren pueden».
La ONG ha presentado el informe ‘España suspende en la respuesta a la crisis mundial de desplazados», centrado en la vulneración de derechos y las promesas incumplidas por parte de las autoridades españolas. Una de las críticas de este organismo es que «España podía haber hecho mucho por defender los intereses y los derechos de los desplazados en los distintos foros internacionales y regionales en los que participa y, sin embargo, no ha sabido utilizar su presencia para este fin«.
La probabilidad de ser desplazado hoy es un 60% más alta que hace cuatro décadas. España sigue siendo una potencia media en el mundo y es el quinto Estado más importante de la UE, además de la decimocuarta economía mundial por PIB y de ocupar el puesto 26 del Índice de Desarrollo Humano. Oxfam recalca que España está dotada con recursos humanos, financieros y técnicos más que suficientes para dar una respuesta efectiva a esta crisis global y poner en marcha mecanismos para evitar que las personas pongan en riesgo sus vidas para llegar a un lugar seguro huyendo de la guerra.
Sin embargo «la miopía de no establecer estos mecanismos ante el miedo de promover un efecto llamada ha causado incontables consecuencias (entre ellas la vida de personas) para los desplazados, además de promover la multiplicación de redes de traficantes», denuncia el informe. «Es necesario que el Gobierno español abandone su actitud vergonzosa en este tema, se comprometa a acoger más refugiados y ofrezca protección a los menores no acompañados», ha afirmado Paula San Pedro, responsable de incidencia humanitaria de la ONG.
Voz desaprovechada en el Consejo de Seguridad
Oxfam tiene claro que la única alternativa para ofrecer una solución pacífica a los conflictos, frenar el deterioro humanitario, evitar más desplazamientos y permitir que los que han huido puedan volver a sus hogares es a través de la vía política. En este sentido, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tiene un rol clave, ya que su misión es preservar la paz y la seguridad. España, que tomó su silla en 2015, forma parte de este órgano como miembro no permanente hasta finales de 2016. Pero entre las prioridades que presentó para este periodo, el movimiento de personas fue el gran ausente. Una clara oportunidad perdida.
España no ha mencionado ni una sola vez a los desplazados (internos o refugiados) en sus declaraciones sobre Yemen, Irak, Somalia o Colombia. Tampoco, pese a haber participado activamente en la elaboración de la nueva Resolución 2242 sobre mujer en conflicto e incluir el tema de género de manera insistente en sus intervenciones, ha hecho referencia alguna al desplazamiento causado por la violencia sexual ni a la vulnerabilidad de las mujeres desplazadas o refugiadas.
Por otra parte, nuestro país es el sexto exportador de armas del mundo y el tercero de Europa. Y en un contexto cada vez mas bélico, la partida de los Presupuestos del Estado que más recorte ha sufrido ha sido la de la ayuda humanitaria, que ha bajado un 67% desde 2011, quedándose en 44 millones en 2015. Dos datos que reflejan cuáles son las prioridades.
El precio de la política de concertinas
«Uso abusivo de la fuerza por parte de las autoridades, devoluciones en caliente que violan el derecho al asilo, concertinas y cuchillas, hacinamiento en los centros de internamiento o la falta de libertad de movimiento muestran que España ha optado por un modelo de espaldas a los derechos«, critica Oxfam, que apoya su argumento en las numerosas demandas interpuestas por distintas instituciones contra la política migratoria española.
En la última década han muerto más de 1.600 personas tratando de alcanzar España. El número de desaparecidos podría doblar esta cifra. Y pese a ello, la respuesta política a esta crisis ha sido poner en la costa atlántica y mediterránea y en las zonas transfronterizas «un sistema de vigilancia de última tecnología, despliegues policiales y militares, aviones, helicópteros, cámaras térmicas, detectores electrónicos de presencia de personas, centros de detención, operativos de rescate en el mar, etc». La efectividad alcanzada con estos mecanismos de contención migratoria explica que España sea el modelo a seguir por sus socios europeos. «Las vallas que quiere poner Hungría o Austria no son nuevas para España», recuerda San Pedro.
¿ Cuánto cuesta este despliegue para blindar las fronteras? Oxfam da algunas comparativas. Por ejemplo, «el coste de mantener un barco y un avión para la vigilancia de fronteras es de 3.700 euros la hora, una cantidad que equivale a la renta anual total de diez ciudadanos de Sierra Leona». Otro dato: «la instalación y el mantenimiento de las vallas supuso 22.086 euros diarios desde 2005, mientras que un cabeza de familia numerosa acogido en España recibe una ayuda pública diaria de 54 euros para cubrir gastos de vivienda, necesidades básicas y dinero de bolsillo«. Nuestro país ha recibido 485 millones de euros en ayudas de la UE para implantar medidas de seguridad de fronteras, mientras que la partida que recibirá de la UE para acoger a los cerca de 16.000 refugiados que debe recibir entre 2015 y 2016 es de 95 millones. Y la cuenta sigue. «Sólo en un año España se gasta casi 40 millones de euros en reparar y reforzar las vallas, frente a los 16,3 millones de euros de presupuesto para los CETI en 2016». Además, «se calcula que el coste para España del desarrollo de los sistemas de vigilancia es de unos 300 millones de euros«. El presupuesto español de ayuda humanitaria es de 45 millones.
Los refugiados y la carrera de obstáculos
Las vallas son el último obstáculo antes de pisar suelo europeo pero para alcanzarlo deben superar las concertinas y las cuchillas. Estos instrumentos de coerción fueron retirados, en parte, en 2007 por el Ministerio del Interior pues se constató la gravedad de las lesiones que producían a las personas que intentaban saltar la valla. Este dispositivo es, además, contrario a la propia Constitución Española, que en su artículo 15 vela por el derecho a la vida y a la integridad física y moral de las personas, «sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a tratos inhumanos o degradantes».
Pero sin duda, la medida que más denuncias ha suscitado ha sido las expulsiones sumarias de los enclaves españoles a Marruecos. «Hay numerosos indicios y evidencias que demuestran cómo la Guardia Civil aprehende a quienes ya están en la valla española o después de pasarla devolviéndolas de inmediato a Marruecos sin el debido procedimiento de identificación, sin darles oportunidad de solicitar asilo», denuncia Oxfam.
En el marco de la 70 Asamblea General de la ONU se celebrará este septiembre laPrimera Cumbre de Alto Nivel sobre Migración y Refugio. Para Oxfam es «una ocasión única que España no puede desperdiciar para dar un giro radical a su política de migración e iniciar una nueva senda donde los derechos prevalezcan por encima de cualquier otra política».