El Papa a los migrantes: “Conozco bien las tragedias de las que se están escapando”

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Agradece a los socorristas “salvar la vida del pobre”

(ZENIT – 6 julio de 2018).- El Papa Francisco ha celebrado esta mañana, a las 11 horas, la Santa Misa, con migrantes y voluntarios, en la Basílica de San Pedro, para recordar a las víctimas de los naufragios, coincidiendo con el 5º aniversario de su visita a la isla italiana de Lampedusa.

El Santo Padre ha saludado especialmente a los fieles españoles presentes en la celebración eucarística, y en concreto, ha agradecido a los socorristas “por encarnar hoy la parábola del Buen Samaritano, quien se detuvo a salvar la vida del pobre hombre golpeado por los bandidos, sin preguntarle cuál era, su procedencia, sus razones de viaje o sus documentos…: simplemente decidió de hacerse cargo y de salvar su vida”.

“Reiterar mi solidaridad y aliento”

Asimismo, Francisco se ha dirigido en español a los rescatados: “Quiero reiterar mi solidaridad y aliento, ya que conozco bien las tragedias de las que se están escapando”.

“Les pido –ha expresado– que sigan siendo testigos de la esperanza en un mundo cada día más preocupado de su presente, con muy poca visión de futuro y reacio a compartir, y que con su respeto por la cultura y las leyes del país que los acoge, elaboren conjuntamente el camino de la integración”.

Después de la homilía, una religiosa ha interpretado música con un violín que ha acompañado la oración personal y ha precedido la oración de los fieles en la Eucaristía.

Un grupo de fieles han presentado al Señor las oraciones de los fieles: un inmigrante, y tres mujeres europeas, entre ellas una española.

366 muertos

El 3 de octubre de 2013 sucedió la tragedia: Una barcaza que había partido del norte de África en dirección a las costas europeas, se hundió con al menos 518 inmigrantes procedentes de Somalia y Eritrea, y dejó 366 muertos, 155 supervivientes y un número indeterminado de desaparecidos, señala el diario ABC.

Francisco declaró que sentía “de dolor y vergüenza” por este hecho: “Al hablar de paz, hablando de la inhumana crisis económica mundial, que es un síntoma grave de la falta de respeto hacia el hombre, non puedo dejar de recordar con gran dolor las numerosas víctimas del enésimo trágico naufragio hoy en el mar de Lampedusa. ¡Me viene en mente la palabra vergüenza! ¡Es una vergüenza!”.

 

El Servicio Jesuita a Refugiados, Misiones Salesianas y Cáritas lanzan un sos por los refugiados

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Misiones Salesianas pide «una respuesta conjunta y eficaz de la comunidad internacional»

Cáritas recuerda que «la acogida es una exigencia ética inherente a nuestros sistemas democráticos»

El Servicio Jesuita a Refugiados, Misiones Salesianas y Cáritas lanzan un sos por los refugiados | Religión Digital

(RD).- Este miércoles 20 de junio se celebra el Día Mundial del Refugiado. Una ocasión que el Servicio Jesuita a Refugiados para recordar que «las personas refugiadas y víctimas de desplazamiento forzado son personas como nosotros». Mientras, Misiones Salesianas pide «un verdadero compromiso y una respuesta conjunta y eficaz de la comunidad internacional»

Te presentamos a Ahmad Hajko, él es un niño sirio de 8 años que ahora vive en Líbano. Ahmad solía tener una vida normal, hasta que fue forzado a irse de su casa, y como millones de familias de Siria, correr por su vida junto con el resto de su familia. Este pequeño niño tiene terribles memorias de la guerra en su país:

«Recuerdo el bombardeo… había muchos disparos. Entonces venimos acá»

Un día al año conmemoramos el Día Mundial del Refugiado, pero todos los días niños como Ahmad necesitan apoyo psicosocial y educación para reconstruir sus vidas o cualquier tipo de esperanza para su futuro. Líbano es un país pequeño que le ha abierto las puertas a más de 1.5 millones de Sirios desde el 2011, pero en comparación con otros países vecinos como Jordán, no existen campamentos de refugiados en Líbano.

Las familias refugiadas viven dispersas en establecimientos informales sin acceso a servicios básicos, y comida. A niños como Ahmad se les dificulta mucho volver al colegio, y muchos ni siquiera se les permite: pues son obligados a trabajar para sustento de su familia.

Las personas refugiadas y víctimas de desplazamiento forzado son personas como nosotros; sus vidas fueron cambiadas abruptamente por violencia y desastre, pero la perdida y el trauma no tienen que ser el fin de sus historias. Cuando nos aseguramos que niños refugiados sean apoyados y educados en un ambiente de crecimiento, les damos la oportunidad de escribir una nueva historia, con un final distinto, donde vidas heridas por la guerra y la violencia son sanadas por oportunidades y esperanza.

El año pasado, logramos traerle educación de calidad a 184,403 refugiados alrededor del mundo.

Desafortunadamente nuestro trabajo no está ni cerca de haberse terminado. El JRS le trae educación de calidad a países como Líbano, Chad, Sudan del Sur y la Republica Democrática del Congo donde familias victimas del desplazamiento forzado siguen llegando a diario.

«Durante varios días estuve andando por el desierto, con mi madre y mis hermanas. Tuvimos que salir de noche y dejar mi casa, mi colegio, mis amigos… todo». Es el testimonio de un niño de 12 años que hoy vive en uno de los campos de refugiados más grande del mundo, el de Kakuma. Pero podría ser la realidad de cualquiera de los 66 millones de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares en el mundo.

«La situación que vivimos hoy es una crisis humana sin precedentes», explica Ana Muñoz, portavoz de MISIONES SALESIANAS. «Es como si la población de España, Portugal y Grecia desapareciera. Como si estos tres países quedaran vacíos ¿Te imaginas nuestro país sin nadie, ciudades vacías, carreteras sin coches, parques sin niños…», añade Muñoz.

Los misioneros salesianos, cada día, se enfrentan a la realidad que viven estas personas que son obligadas a abandonar sus casas. Trabajan en todos los estadios que vive una persona refugiada o desplazada. «Desde la acogida a la reintegración. Les acompañan, están a su lado y, sobre todo, tratan de que su futuro no se pierda», explica la portavoz.

El Papa alaba la acogida del Gobierno español al ‘Aquarius’: «Sin inmigración, Europa se vaciará»

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Acusa a los cardenales de las ‘Dubia’ de actuar «de manera poco eclesial», aunque las reformas «están en marcha»

La cifra de desplazados forzosos bate un nuevo récord mundial: 68,5 millones de personas

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La cifra de desplazados forzosos bate un nuevo récord mundial: 68,5 millones de personas

En su informe anual, la Agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) concluye que la población desplazada debido a las guerras y la persecución creció en 2017 en más de 2,9 millones de personas.A finales del año pasado, 25,4 millones de personas vivían como refugiadas en otros países y 40 millones de personas se encontraban desplazadas dentro de sus países.El 85% de los refugiados se encuentra en países empobrecidos como Turquía,  Pakistán, Uganda, Líbano e Irán.

El DiarioIcíar Gutiérrez 19-06-2018

En los próximos dos segundos, una persona se habrá visto obligada a abandonar su hogar en alguna parte del mundo. Un año más, el número de personas forzadas a desplazarse dentro y fuera de las fronteras de su país vuelve a aumentar y a alcanzar cifras sin precedentes. Al finalizar 2017, 68,5 millones de personas se encontraban desplazadas en todo el mundo debido a la persecución, los conflictos o la violencia generalizada, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).

En su informe anual Tendencias Globales, publicado este martes, el organismo concluye que la población desplazada creció el año pasado en casi 3 millones de personas respecto a 2016. La “magnitud” del movimiento de personas que se está desplazando queda patente en otra de las cifras: solo en 2017, 16,2 millones de personas abandonaron sus casas por primera vez o de forma reiterada. O lo que es lo mismo: 44.500 personas cada día. Se trata, además, de una población muy joven: el 53% son menores, muchos no acompañados o separados de sus familias.

En 2017, Acnur ha registrado el mayor aumento en un solo año del número de refugiados que ha huido de sus países escapando de las guerras, la violencia y la persecución: 2,9 millones más que en 2016. A finales del año pasado, la cifra de refugiados se situaba en 25,4 millones de personas. La mayoría de los refugiados, dos tercios, procedían solo de cinco países: Siria, Afganistán, Sudán del Sur, Myanmar y Somalia.

Un año más, el informe desmonta la “creencia errónea”, dice Acnur, de que la mayoría de desplazados se encuentra en países del hemisferio norte. El 85% de las personas refugiadas vive en países empobrecidos, muchos de los cuales “apenas reciben ayuda para atender a estas personas”. Es decir: cuatro de cada cinco refugiados se quedan en países vecinos.

Por cuarto año consecutivo, Turquía alberga al mayor número de refugiados en el mundo, 3,5 millones de personas. Le siguen Pakistán, Uganda, Líbano e Irán. La mayoría de refugiados, el 58%, vive en zonas urbanas y no en campos o áreas rurales.

El grueso de la cifra de personas que han abandonado sus hogares lo conforman, sobre todo, los desplazados internos, es decir, quienes han huido pero se mantienen dentro de las fronteras de sus países: 40 millones, una cifra que desciende ligeramente respecto a 2016. Otras 3,1 millones de personas esperaban una decisión sobre su solicitud de asilo a finales de 2017.

Las guerras y conflictos continúan siendo, una vez más, las principales causas de desplazamientos. Cerca de cinco millones de personas pudieron regresar a sus hogares en 2017, “aunque muchos lo hacían bajo coacción o en condiciones precarias”, matiza Acnur. Por otro lado, la Agencia de la ONU registró en 2017 las dificultades a las que se enfrentan quienes huyen de sus hogares a otros países, entre ellas, “devoluciones forzosas, politización y estigmatización, casos de encarcelamiento o negación del permiso de trabajo, o incluso el rechazo de varios países al uso del término ’refugiado”.

“Estamos en un punto de inflexión y para que la gestión del desplazamiento en el mundo tenga éxito es necesario un nuevo enfoque mucho más integral, que no deje solos a los países y a las comunidades frente a estas situaciones”, ha afirmado el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, en un comunicado.

Ante las cifras registradas un año más, Grandi ha hecho ha reclamado a los países miembros de la Asamblea de las Naciones Unidas que apoyen el nuevo Pacto Mundial sobre Refugiados. “Nadie se convierte en refugiado por elección, pero cada uno de nosotros sí podemos elegir cómo ayudar”, concluye Grandi.