Refugiados en la India viven en condiciones deplorables

Campamento de refugiados Serfanguri, en Kokrajar (India). Priyanka Borpujari/IPS

Campamento de refugiados Serfanguri, en Kokrajar (India). Priyanka Borpujari/IPS

Los aproximadamente 240.000 refugiados en 118 campamentos, dispersos en tres distritos de Assam (en el noreste de India), huyeron de sus viviendas después de que un ataque mató a 81 personas.Se trata de una crisis humanitaria de grandes proporciones, denuncia el Centro Asiático para los Derechos Humanos, ya que constituye uno de los mayores desplazamientos derivados de conflictos armados en este país.

La situación refleja la incapacidad de India para alcanzar este año los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y sugiere que la violencia que afecta al país será un obstáculo para satisfacer las necesidades básicas de sus más de 1.200 millones de habitantes.

Situación atroz

El 23 de diciembre, la facción armada del Frente Democrático Nacional de Bodoland, Songbijit, que lucha por la independencia del pueblo bodo en Assam, atacó a varios pueblos habitados por la comunidad adivasi.

Los ataques tuvieron lugar en zonas delimitadas como Distritos de la Autoridad Territorial de Bodoland, que se rigen por el Consejo Territorial de Bodoland.

La comunidad adivasi que reside aquí está integrada por varios grupos indígenas que llegaron a Assam de India central, en el año 150 de nuestra era, y centenares más fueron llevados por la fuerza al estado por los colonos británicos para trabajar en las plantaciones de té.

Los enfrentamientos entre las comunidades de adivasis y bodos en 1996 y 1998, en el que habrían muerto entre 100 y 200 personas, todavía les generan pesadillas a los sobrevivientes.

Eso explica por qué la mayoría de los refugiados en los 118 campamentos se niegan a regresar a sus hogares.

Aunque las tiendas de campaña parecen la opción más segura a corto plazo, las condiciones de vida aquí son deplorables y el gobierno pretende reubicar a los refugiados a un lugar más permanente.

El campamento en la aldea Serfanguri, en Kokrajar, carece de todos los servicios básicos de agua y saneamiento necesarios para la supervivencia. Cada una de las tiendas de campaña llega a alojar a 25 mujeres y niños.

Los hombres duermen en otra carpa o se mantienen despiertos por la noche, para protegernos. Solo a causa del frío podemos, de alguna manera, pasar toda la noche en un espacio tan atestado”, explica Maino Soren, del pueblo de Ulghutu, donde los habitantes huyeron con lo puesto luego de un ataque en el que resultaron quemadas cuatro casas.

Ahora hay una grave escasez de artículos de primera necesidad, como mantas, para ayudar a pasar el invierno, indicó a IPS.

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