SIC- Servicio de información Católica. 27 de Julio de 2016
La trata de personas un delito de lesa humanidad. Así lo afirmaba el Papa Francisco -al igual que su amado predecesor, el Papa Emérito Benedicto XVI-, al dirigirse a la Cumbre Internacional de Jueces y Magistrados contra el tráfico de Personas y el crimen organizado, en la Casina Pío IV el pasado 3 de junio.
En esa ocasión el pontífice remarcó que la trata y el tráfico de personas y las nuevas formas de esclavitud, tales como el trabajo forzado, la prostitución, el tráfico de órganos, el comercio de la droga, la criminalidad organizada, son crímenes de lesa humanidad que deben ser reconocidos como tales por todos los líderes políticos, religiosos y sociales, y plasmados en las leyes nacionales e internacionales.
Precisamente sobre estos crímenes de lesa humanidad, habla el presbítero Sergio Augusto Navarro, religioso y sacerdote argentino de la Orden de la Merced, ante el micrófono de Alejandro Frías de Radio San Roque González de Santa Cruz 570 AM, de Paraguay:
¿Trata y tráfico de personas son sinónimos?
R. No, no son sinónimos porque el tráfico supone atravesar una persona o un grupo de personas, una frontera, y es ilegal cuando el estado que recibe a los migrantes no ejerce su derecho de soberanía de regular las migraciones. Hay un delito contra el derecho del estado de regular las migraciones. En cambio la trata de personas es el sometimiento a esclavitud con fines de explotación sexual o laboral o el tráfico de órganos. En ese sentido, no son sinónimos porque puede haber trata sin tráfico o tráfico sin trata. Sigue leyendo