El número de inmigrantes llegados por mar a España se ha triplicado hasta las 22.419, según el balance de Pro Derechos Humanos de Andalucía
El año pasado murieron 249 personas cuando trataban de llegar al país y ya son más de 6.000 los fallecidos en los últimos 20 años
Las costas españolas fueron en 2017, más que nunca, la puerta de atrás de Europa para la inmigración irregular. Mientras las otras rutas hacia el continente europeo experimentaban un descenso, la entrada irregular de personas por la frontera sur a través de pateras se triplicó con respeto a 2016.
En apenas doce meses, según los datos recogidos y hechos públicos ayer por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, fueron 22.149 los extranjeros que arribaron a las costas españolas -fundamentalmente las andaluzas- en algún tipo de embarcación, una cifra que multiplica por tres la registrada el año anterior y que demuestra, advirtió ayer el coordinador del Área de Solidaridad de la ONG, Rafael Lara, que la española se ha convertido en la gran ruta alternativa ante el «aumento de la represión, la persecución de las ONG y la situación infernal que se da en Libia». Aunque, a pesar de todo, especificó, las entradas por el Mediterráneo central aún quintuplican a las de la frontera sur española.
No sólo creció de forma exponencial el número de extranjeros llegados a España por la costa. También se disparó el año pasado la cifra de pateras en las que viajaron, principalmente, desde Marruecos. Frente a las 475 embarcaciones que se contabilizaron en 2016, el año pasado la cifra alcanzó las 1.199, más del doble.
En total, los llegados a España, tanto por mar como por tierra, en los doce meses de 2017 fueron 28.857 personas, un dato espectacular si se tiene en cuenta que un año antes fueron únicamente 14.128 los extranjeros que entraron en territorio nacional por vía marítima y terrestre. España se coloca de este modo en tercer lugar en Europa en lo que se refiere a recepción de inmigrantes, sólo superado por Italia -que recibió 119.369 extranjeros- y Grecia -con 35.052 inmigrantes-.
Claro que el dato es aún más llamativo si se compara con el número de extranjeros que entraron en el país en 2010. En apenas ocho años, casi se ha multiplicado por seis esta cifra puesto que en 2010 se registraron 5.369 entradas irregulares de extranjeros. En todos estos años, la tendencia ha sido siempre al alza con la única excepción de 2016, cuando se experimentó un ligero descenso.
Andalucía fue, con diferencia y siempre según los datos de Pro Derechos Humanos de Andalucía, la principal puerta de entrada a la Península. De los 28.587 inmigrantes que llegaron a España en 2017 lo hicieron a través de la comunidad andaluza 18.090. A través de Melilla entraron 4.831; por Ceuta, 2.438; por Levante, 2.492; por Canarias, 302 y por Baleares, 302.
http://www.elmundo.es/andalucia/2018/02/26/5a93f955268e3e0c468b4688.html