RÉCORD DE DESALOJOS FORZOSOS DE PERSONAS GITANAS

ANMISTÍA INTERNACIONAL
desalojoFrancia (25-09-13)

El gobierno francés no ha cumplido sus promesas de poner fin al círculo vicioso de reiterados desalojos forzosos de personas de etnia gitana,  que han llegado a cifras récord, ha dicho Amnistía Internacional en un informe publicado hoy. La organización pide que se prohíban todos los desalojos forzosos.
Más de 10.000 personas gitanas fueron desalojadas de asentamientos informales durante la primera mitad de 2013.
“Francia no tiene disposiciones que brinden una protección eficaz contra los desalojos forzosos. En la mayoría de los casos, éstos se producen en un clima de hostilidad y sin que se proponga vivienda alternativa alguna. Las personas de etnia gitana están condenadas a vivir en una constante inseguridad, desplazándose de un campamento a otro. Los desalojos forzosos deben ser ilegales», ha dicho John Dalhuisen, director del Programa Regional para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.
En Francia viven unos 20.000 migrantes de etnia gitana, la mayoría procedentes de Rumania, Bulgaria y la antigua Yugoslavia. Casi todos huyen de la pobreza y la discriminación crónicas que sufren en sus países.
Cuando el presidente François Hollande llegó al poder el año pasado, se comprometió a elaborar una política integral para ofrecer viviendas a personas que viven en condiciones inhumanas.
En agosto de 2012, el gobierno publicó unas directrices sobre los pasos que debían darse antes de un desalojo y durante éste. También creó una comisión interministerial para la coordinación de políticas.
“Las nuevas medidas no tienen como objetivo poner fin a los desalojos forzosos, e incumplen las normas internacionales de derechos humanos. Las directrices se aplican de forma discrecional y poco coherente. La comisión interministerial no tiene atribuciones ni peso político. A pesar de sus buenas intenciones, sus esfuerzos se ven constantemente desvirtuados por la tendencia general a desalojar a toda costa”, ha dicho John Dalhuisen.
Los desalojos forzosos siguen a un ritmo alarmante en Francia. Una cuarta parte de la población romaní vive en las regiones de Lille y Lyon. El informe de Amnistía Internacional  Condenadas a vagar: el desalojo forzoso de personas gitanas en Francia, evalúa las últimas novedades cuando se cumple un año de la publicación de la directiva interministerial.
A comienzos del verano, una delegación de Amnistía Internacional visitó el mayor asentamiento informal romaní de Lille, donde vivían unas 800 personas.
El 11 de septiembre de 2013, estas personas fueron desalojadas. Hasta ahora, las autoridades locales han encontrado vivienda para menos de una decena de familias. La inmensa mayoría de los romaníes desalojados se han reasentado en asentamientos informales de municipios vecinos.
Adela, de 26 años y madre de cuatro hijos, ha pasado por 15 desalojos forzosos en los 10 años que lleva viviendo en Francia.
“Si no hay una vivienda alternativa, si no pueden hacer nada para ayudarnos, ¿por qué no nos dejan quedarnos aquí?”, se preguntaba. “No tenemos adónde ir, no podemos dormir en la calle como vagabundos”, decía a los delegados de Amnistía Internacional.
Amnistía Internacional pide que la directiva interministerial sea modificada para garantizar que se realiza una consulta adecuada. Las comunidades gitanas deben ser adecuadamente informadas sobre los desalojos forzosos con un margen de tiempo razonable, y debe facilitárseles un alojamiento alternativo para que nadie quede sin techo. Todos los desalojos forzosos deben estar prohibidos por ley.
«Se sigue expulsando de sus casas a los romaníes sin consultarles ni informarles adecuadamente. A menudo no les queda otra opción más que buscar refugio en asentamientos informales en otros lugares”, ha dicho John Dalhuisen.
“El gobierno francés debe respetar sus compromisos internacionales y aplicar medidas eficaces de protección contra la práctica de los desalojos forzosos.”

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