Las pateras inundan el estrecho.

En apenas una semana el drama de la inmigración clandestina se ha vuelto a sentir con la intensidad de otros tiempos. Las pateras vuelven a surcar las aguas del Estrecho y el mar de Alborán con una frecuencia insólita, alcanzando niveles de 2001 a 2004, años de máxima actividad a través de estas rutas, reconoce la Cruz Roja. Este repunte lleva aparejadas unas consecuencias trágicas que se personalizan en los miles de subsaharianos que han pagado con sus vidas el sueño de hallar en España las oportunidades que se les niegan en sus países de origen.

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